-Otro de los libros que representan el viaje por
encima del destino.-
Edición en español (1988) |
Lo que nos cuenta. El libro No soy Stiller (publicación original: Stiller, 1954) nos lleva hasta comienzos de la década de los cincuenta, cuando Jim White
es detenido en Suiza porque alguien le reconoce como Anatol Stiller, un
escultor suizo desaparecido sin rastro unos años atrás. Jim reflexiona sobre su
condición de preso ante las páginas de un cuaderno, sobre la vida en general y
sobre su pasado, repleto de acontecimientos que a sus ojos deberían demostrar
que él no es quien los demás piensan, mientras la justicia, amigos y familiares
del artista desaparecido actúan como si realmente fuese él.
Mi opinión. Novela interesante, que no atractiva, por su forma de
construir dos personalidades mediante la exposición de eventos y las visiones
de otros al respecto, que se sumerge en aquello que podría construir una
identidad y le da varias vueltas de tuerca existenciales e incluso
psicoanalíticas pero sin parecerlo gracias a su técnica, de ritmo constante y
sensaciones similares casi hasta el final, con espacios para que el lector
respire creados a punta de anécdotas y cierto humor controlado, muy humana en el sentido
más amplio de la palabra porque un protagonista simboliza a muchos de nosotros,
por más que nos lleve a extremos, no especialmente rápida de leer pero sí de
provecho.
Destacado. Su interés en la formulación de cuestiones, en el lector más reflexivo,
y no en la exposición de respuestas, que muchas veces quedan en la mente del
lector si su voluntad es verlas contestadas.
Potenciales Evocados. El texto está
repleto de influencias, de muchos tipos y clases, pero lo importante es cómo
las mezcla y trabaja para ofrecer algo propio (por ahí escuché que era una mezcla
de Kafka y Camus, tal vez un dato amplio pero bastante acertado).