Género. Narrativa Fantástica.
Lo que nos cuenta. En el libro El rey de las espadas (publicación original: The King of the Swords, 1971), Corum ve cómo la antigua fortaleza de su
familia, el castillo Erorn, está siendo reconstruido y las cosas parecen ir
bien, la gente es feliz y las cosechas son buenas, pero sentimientos de rabia,
rencor y agresividad empiezan a manifestarse entre amigos, aliados e incluso
entre los más cercanos a Corum. Y es que el Rey de las Espadas, Mabelode, está
buscando una aproximación más indirecta a la victoria, por lo que Corum tendrá
que viajar en busca de una solución al mal que les está atacando desde dentro y
contra el que Arkyn, muy débil, no parece que pueda ofrecer solución más allá
de indicar que deben buscar Tanelorn. Tercer y último volumen de la Trilogía de las Espadas.
Mi opinión. Remate a la trilogía con el libro más
“dimensional” de la saga, que si bien no reniega de los combates y las luchas
prefiere ofrecer más búsqueda de información, respuestas y verdades, sin la
menor duda el más excesivo de los volúmenes de esta serie respecto a las
implicaciones espaciotemporales y el que más juega (o da más juego, según lo
miremos) con el concepto del Campeón Eterno, que pudo haber ayudado a crear la
idea de la “Fantasy Opera” que duerme en la cabeza de muchos lectores de género
pero nunca se ha terminado de usar como etiqueta (que yo sepa), con más datos
de trasfondo que las dos novelas anteriores pero menos entretenida a pesar de que
pueda hacer pasar un buen rato a los más aficionados a la fantasía con vocación
de lectores arqueológicos de género.
Destacado. La intervención de otras manifestaciones o
encarnaciones del Campeón Eterno, pero para bien y para mal.
Potenciales Evocados. Momentos de American Gods pero
desde la perspectiva de la fantasía épica de hace más de cuarenta años y con el
toque dimensional lisérgico del autor.