jueves, 14 de febrero de 2013

DE LOS VIVOS Y LOS MUERTOS. Konstantin Símonov


-Ni “Realismo Socialista” ni oda a la rehabilitación desde el trabajo correccional, pero tampoco muy lejos.-

Portada del libro De los vivos y los muertos, de Konstantin Símonov
Edición en español (2007)
Género. Novela.

Lo que nos cuenta. En el libro De los vivos y los muertos (publicación original: Живые и мёртвые1952) conocemos a Iván Sinzov, periodista, militar y miembro del Partido Comunista, que disfruta de un permiso con su esposa cuando comienza la Operación Barbarroja. Tratando de reincorporarse a su unidad, destinada en la frontera entre la URSS y Alemania en lo que hace no mucho tiempo era Polonia, y ante la imposibilidad de hacerlo por el violento y rápido discurrir de la ofensiva alemana, termina incorporándose a otro regimiento al mando de un oficial que hasta hace poco había sido un prisionero en los gulags de Kolimá.

Mi opinión. Novela, con algún tinte autobiográfico (aunque el autor no estuvo demasiado tiempo en una unidad de combate, sí vio algo de acción en la Segunda Guerra Mundial, sí fue corresponsal en el ejército y sí pertenecía al Partido), que narra la vida y sentimientos de los soldados rusos atrapados en los acontecimientos que siguieron al inicio de la Gran Guerra Patriótica, y que eran perfectas manifestaciones de la debacle en la que estaban inmersos.

Retrato de la confusión, las huídas, las heroicidades y, sobre todo, el férreo convencimiento de cumplir el deber (por las buenas o las malas), menos “rusamente politizada” que otras obras contemporáneas, pero sin duda reivindicativa del régimen, más centrada en las personas que en los actos puramente bélicos (que abundan), franca desde lo subjetivo y con mudable capacidad de atracción.

Destacado. Benévolo, mucho, con Stalin para haber sido escrito poco después de los resultados de la Comisión Shvernik y del Informe Kruschev.

Potenciales evocados. Primo muy tercero de Vida y destino; más humana, en todos los sentidos, que Cherniakovski.

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