-Una de las
etapas que marca la evolución entre el (sub)género “de antes” y el contemporáneo.-
Género. Narrativa fantástica.
Lo que nos cuenta.
El libro El último escalón (publicación original: A Stir of Echoes, 1958) nos
presenta a Tom Wallece, hombre casado quien, tras ser hipnotizado durante una
reunión, comienza a experimentar fenómenos extraños que parecen transmitirle
los pensamientos de otros. Según avanza la situación, Tom descubre que quizá
sólo esté recibiendo la llamada mental de una persona muerta.
Mi opinión.
Novela que, además de ser un trabajo que hoy se lee con cierta condescendencia
en cuanto a su trama, con fluidez narrativa y con poco más que cierto interés,
resulta ser importante en la arqueología literaria (al menos en opinión de este lector) porque supuso el comienzo de
una etapa en el (sub)género.
Y lo digo
porque ofrece cosas poco comunes en su tiempo que, pronto, se hicieron menos
raras y en nuestra época son habituales, por ejemplo el uso de lo sobrenatural como excusa
para contar otra trama que no está centrada en lo fantástico, el manejo de la
sexualidad de una forma muy sólida que no se deja llevar ni por mojigaterías ni
por exageraciones, la sordidez de nuestro entorno que se mantiene al acecho
bajo sonrisas resplandecientes o pasteles de manzana y la amenaza que funciona
más por sus consecuencias que por ella misma.
Destacado. El
tiempo puede haber dañado a los efectismos de (sub)género de esta obra, tal vez,
pero no a su narrativa ni a su intención.
Potenciales Evocados. Stephen King siempre ha declarado su amor por
Richard Matheson y este libro puede ser una clave de esa emoción: es común ver en la
producción de King un rostro en los personajes de cara a su sociedad y otro en lo privado, hecho que construye buena parte de los cimientos de este
libro.