-Póker, religiones, mitos y tragedias de diferente
índole.-
Lo que nos cuenta. En el libro La última partida (publicación original: Last Call, 1992), Georges León tiene una extraña relación familiar con su esposa y sus dos hijos,
una posición de poder en Las Vegas que va más allá de lo económico hasta adentrarse en una misteriosa versión de lo sobrenatural, una afición por el póker
que supera tanto el propio juego como el dinero y, además, un oscuro pasado. Décadas después
del fin trágico y violento de la unidad familiar, su hijo menor, Scott Crane, adoptado
por un veterano jugador en su infancia y marcado por la repentina y reciente
muerte de su mujer, vuelve al circuito de póker en unas circunstancias bastante
raras y recuerda muchos de los consejos crípticos, y a menudo desasosegantes, de
su padre que quedaron grabados en su mente. Libro también conocido como Última ronda en otras ediciones.
Mi opinión. Larga novela, de evidente sobrepeso tras
su lectura, muy bien escrita y ambientada (¿o será localizada?) a pesar de
todo, agradable (que no fácil en realidad) de leer y además plagada de
imaginación, con tonos tristes, oscuros y amenazadores, de trama compleja en la
que el lector se ve arrojado sin demasiadas explicaciones para que vaya
buscando su propio lugar (algo que
personalmente agradezco), que forma parte de una trilogía en parte inédita en
español en la que se reinterpretan sucesos de la historia del siglo XX en
los Estados Unidos de América, que mezcla juegos de azar, poderes paranormales
y creencias muy antiguas, de personajes (muchísimos, casi demasiados)
elaborados en general, complejos hasta lo demasiado tortuosos en ocasiones y lo demasiado ad hoc en otras, lleno de
referencias culturales y Pop para
ofrecer algo parecido a un Roadbook noir
paranormal y mitológico tan inquietante como interesante.
Destacado. La idea, en su tiempo más que original, y
momentos concretos que son magníficos.
Potenciales Evocados. La versión de Lucky you que
absorbería conceptos, atmósferas e ideas de American Gods, La última jugada y hasta de Kraken, escrita con estilo elaborado, pero de tiempos, ritmos y
hasta eventos (no conceptos) que recuerdan a Los vampiros de la mente; desde
el propio autor, y aunque salvando las distancias, más próxima a propuestas
como Declara que a otras como En costas extrañas.