viernes, 21 de agosto de 2020

EL CONSEJO DE HIERRO. China Miéville


-El más político de los libros de la trilogía (que ya es decir) y el menos logrado.-
Portada de libro El Consejo de Hierro, de China Miéville
Edición en español (2005)

Género. Narrativa fantástica (por “científico” que llegue a ser todo muchas veces).

Lo que nos cuenta. El libro El Consejo de Hierro (publicación original: Iron Council, 2004) nos encontramos en un periodo de guerra entre Nueva Crobuzon y Tesh, un conflicto de origenes turbios, desarrollo poco claro y cuyos resultados están minando tanto la estabilidad como la cohesión sociopolítica en Nueva Crobuzon, donde activistas llevan a cabo acciones contra las autoridades y planean realizar una mucho más ambiciosa. Mientras, un grupo sigue, a través de zonas de combate irregular, los pasos de Judah, alguien que formó parte del Consejo de Hierro desde su creación, que sabe que el Consejo será blanco de los ataques de Nueva Crobuzon por lo que representa y que regresa para avisar. Último libro de la Trilogía Bas-Lag, que se puede leer de forma independiente a los demás porque los eventos que usa de tramas anteriores son puntuales y están bien explicados).

Mi opinión. Remate a la trilogía (me gustaría que, en el futuro, Miéville u otros autores pudieran explorar Bas-Lag de nuevo) con mucha sensatez relacionada en cuanto a la trama de fondo, buenas ideas, situaciones sorprendentes, muchas gamas de gris entre el blanco y el negro, pero con menos impacto literario que las obras anteriores debido a personajes menos potentes en general (con alguna excepción), manejo de los tiempos discutible, situaciones tan alargadas como prescindibles, sensaciones de repetición, abuso de anticlímax, caídas de ritmo y una lectura política (demasiado) obvia.

Destacado. A pesar de sus áreas de mejora, más narrativas o estilistas que de otras clases, este libro es un resultado natural, inevitable incluso, de la evolución del trasfondo sociopolítico de Nueva Crobuzon en los dos libros anteriores.

Potenciales Evocados. Divididas en dos tramas (que terminan por ser una sola), cosas de la Insurrección de junio de 1832 en París, de la conquista del Far West, del impacto de la Revolución Industrial en los trabajadores no especializados, de la Revolución Rusa de 1905 y de la “aportación” alemana a la de 1917, mezclados con cosas como el impacto de la guerra de Vietnam en la sociedad norteamericana de su época, pero también los ambientes de la República de Weimar.

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