-En la
actualidad, más exitosa en cuanto al fondo tratado que respecto a la forma
usada.-
Edición en español (1975) |
Género. Ciencia ficción.
Lo que nos cuenta. En el libro La luna es una cruel amante (publicación original: The Moon is
a Harsh Mistress, 1966) conocemos a Manuel García O’Kelly, más conocido como
Mannie o Man, especialista en reparaciones generales y amigo de Mike, un
computador de la colonia lunar que ha desarrollado inteligencia y conciencia de
sí mismo. Mannie no simpatiza con las políticas que rigen la vida de los colonos
en el satélite, pero no será hasta que tenga lugar un incidente grave, con víctimas
debidas a la represión de la Autoridad Lunar terrestre, que decida volverse
activo y tomar cartas en el asunto.
Mi opinión. Novela
que, a su manera, ofrece un manual de disidencia, desestabilización y logro de
objetivos políticos mediante medios no políticos, que tarda un poco en arrancar
y ofrece caídas de ritmo cuando se regodea en las tácticas rebeldes
(organizativas u operativas), narrado mediante escenas que muestran muy bien
esos aires “anarcoultraliberales” de los que tanto gustaba Heinlein, quizá
demasiado inocente en ocasiones, con un tipo de humor o cinismo algo
trasnochado (igual que ciertos estilismos), algunos personajes sin vida propia
y solo herramientas necesarias para que las cosas se desarrollen de la manera
prevista y, también, quizá mucha teoría retórica.
Pero también ofrece
una trama “universal”, bastantes momentos de sensibilidad notable sin
sensiblerías, un personaje secundario (o protagonista tapado, Mike) muy
interesante, circunstancias de género que pueden verse como “símbolos” nada
ficticios (lo de tirar piedras, por ejemplo), mucha pasión en lo contado y, en
conjunto, una novela que me gustó mucho cuando la leí hace ya muchísimo tiempo
y que, por si se me estropean las buenas sensaciones que me dejó, nunca he
vuelto a leer.
Destacado. Sin
duda, Mike: por su personalidad contenida y, por momentos, más humana que la de
los humanos.
Potenciales Evocados. Si se quisiera, se podría ver la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos de América en versión Heinlein y con tonos
Heinlein; una sociedad que, en sus estratos menos favorecidos, podría recordar algunos aspectos de la de la
trilogía Luna, pero en versión proletaria y sin glamur.