-Alarde de ideas, exceso de páginas
y entretenimiento.-
Edición en español (2017) |
Género. Narrativa fantástica (muy “científica”, eso sí).
Lo que nos cuenta. El libro La
estación de la calle Perdido (publicación original: Perdido Street
Station, 2000) nos lleva a la ciudad de Nueva Crobuzon y nos presenta a
Isaac Dan der Grimnebulin, un científico poco amigo de normas y organizaciones que
se gana la vida como puede mientras investiga sobre asuntos que escandalizan a
la academia clásica, con una novia de otra especie y artista,
Lin, y bastantes amigos en la órbita de los bajos fondos. Cuando recibe un
encargo muy poco común y bien pagado, que además se relaciona de alguna manera
con su campo de investigación, Isaac entra sin pretenderlo en una cadena de
acontecimientos que desembocarán en amenazas muy serias para él, su novia y
todos los habitantes de la vieja ciudad. Primer libro de la saga Bas-Lag.
Mi opinión. Novela que tarda bastante, por más que la espera
resulte agradable, en dirigir al lector a la trama concreta porque se toma su
tiempo en mostrar el decorado con mucho lucimiento y en presentar, de una u
otra forma, a la mayoría de los personajes que tendrán importancia en la misma,
una trama que en realidad no es demasiado complicada en sí misma pero a la que
se llega mediante multitud de vueltas, revueltas y desvíos en las situaciones y
los personajes, y que cambia de punto de vista de vez en cuando (por razones
narrativas que terminan por tener mucho sentido) aunque su protagonista central
es Isaac.
Libro plagado de imaginación que, además, consigue
resultar coherente siempre, por muchos y variados que sean sus frutos,
impresionante de forma puntual y “normalito” desde una perspectiva más general
por la irregularidad de su despliegue y porque podría desprenderse de muchas de
sus páginas sin que la trama se viera afectada y, por el contrario, logrando
ser más compacto y exitoso (al menos a ojos de este lector), con momentos muy
duros y decisiones de trama tan “dolorosas” como sensatas, que va de menos a
más en ritmo (y violencia) y de más a menos en lo fascinante mientras ofrece un
trabajo bastante entretenido.
Destacado. Cuando se
desplaza a la acción y los combates, parece muy Pulp sin serlo en
absoluto.
Potenciales Evocados. Por momentos,
la parte más combativa de El imperio final, pero con trasfondo a lo Materia celeste en versión Barker bajo instrucciones de un Vance muy serio e inmisericorde, que transcurre
en un Sprawl fantástico (que, además, mezcla muchos
subgéneros distintos), más repugnante a veces y más peligroso siempre.