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jueves, 23 de mayo de 2019

SONRISAS DE METAL. Varios autores



-Un par de joyitas conocidas entre otros trabajos irregulares.-


Portada del libro Sonrisas de metal, de varios autores
Edición en español (1977)
Género. Relatos.


Lo que nos cuenta. El libro Sonrisas de metal (publicación original: The Metal Smile, 1967) es una antología de relatos (con un trabajo menos en su edición española que en la norteamericana, en concreto un poema de Stephen Vincent Bénet) centrados en los robots, las computadoras y la cibernética del futuro en general, a cómo cambiará las cosas y afectará al ser humano; conoceremos lo que preocupa a ciertos robots y cómo es su verdadera personalidad, los cambios de concepto de algunos iconos culturales, la construcción de la computadora definitiva, la evolución del pensamiento de otra o, entre otros, la militarización de las máquinas en varios sentidos.


Mi opinión/Destacado/Potenciales Evocados.


      - El nuevo Papá Noel (Brian W. Aldiss, 1958): uno de esos relatos que no explica casi nada pero se entiende (creo yo) a la perfección por cómo las narra, que nos lleva a un futuro en el que las máquinas han asumido muchas de nuestras funciones pero también de nuestros valores, imágenes y creencias, pero a su manera, en lo que podría ser la versión surrealista indoor de Herederos del perisferio.


      - Respuesta (Fredric Brown, 1964): un clásico sin discusión, breve, directo y logrado, del que hemos hablado ya varias veces, por ejemplo aquí.


     - Mate descabellado (Robert Sheckley, 1953): guerra, alienación, sensatez, caos y una atmósfera de presión notable en un texto algo alargado, quizá, para lo que nos quiere contar.


     - El Quijote y el molino de viento (Poul Anderson, 1961): trabajo que parece tomar derroteros habituales en su tiempo para, de repente, salir con unas derivas poco comunes tanto entonces como ahora y hablar del existencialismo de los robots.


     - La máquina ambidextra (Henry Kuttner y C. L. Moore, 1955): pulp con algo de fondo durante buena parte de su trama para, luego, proponer algo un poco diferente y con algo más de intención.


    - Superclase en servicio (Algis Budrys, 1954): curiosidad que se aproxima al soldado robótico, su creación y función, de una manera que consigue que el fondo del relato, aunque quizá no la forma, sea tan actual en nuestra época como cuando se escribió.


     - Yo te hice (Walter M. Miller, 1954): interesante aproximación al manoseado tema del robot de combate fuera de control porque se acerca al asunto desde perspectivas psicológicas y no de thriller de acción (aunque algo de eso tengamos también pero a su manera).


    - Obstrucción (Gordon R. Dickson, 1951): aproximación techno-pulp-hard a las paradojas con robots y ordenadores que tanto se estilaron en su época, con algo de humor negro y tal vez alargado sin razón.


     - Impostor (Philip K. Dick, 1953): otro clásico del autor y de la propia ciencia ficción, del que ya hemos hablado aquí.


     - Algún día (Isaac Asimov, 1956): trabajo agradable de leer (dentro de la producción de Asimov, seguro que me entienden), que podría verse como la versión “computerizada” de su posterior Sueños de robot.


    - Defecto en el pecho (Margaret St. Clair, 1954): escrito con uno de los seudónimos habituales de la escritora esconde, bajo unos estilismos algo anticuados y mediante unas derivas que casi parecen surrealistas, una trama bastante malvada y con toques atrevidos, muy atrevidos, para su época.