Edición en español (2005) |
-De los demonios personales del autor (y algunos de los del género humano).-
Género. Ciencia ficción.
Lo que nos cuenta. En el libro Paz interminable (publicación original: Forever Peace, 1997) y en un futuro no muy lejano, los Estados Unidos de América (o más bien una alianza del Primer Mundo) libran una guerra en Centroamérica (en realidad libran muchas guerras contra muchos adversarios en muchos lugares del mundo) con medios entre los que destacan los URIC (Unidad Remota de Infantería de Combate), más conocidos como “soldaditos” por sus usuarios, jóvenes que los manejan a distancia a través de conexiones neuronales que los conectan entre sí en muchos niveles de conciencia y pensamiento. Y es que las nanofraguas, máquinas que fabrican todo aquello que uno quiera mientras se den las materias primas necesarias para ello, han creado una enorme desigualdad que el Tercer Mundo solo puede afrontar agachando la cabeza o combatiendo. Novela relacionada con algunos temas planteados en La guerra interminable, pero que el propio autor no considera una continuación (y con toda la razón).
Mi opinión. Distopía en lo sociopolítico, mucho más centrada en cómo la guerra afecta a las personas implicadas y a toda la sociedad que en los propios desarrollos bélicos, extraña tanto en las evoluciones de la trama en sí misma como en lo que parece ir sugiriendo al lector para luego no ofrecer, que además tarda mucho tiempo en localizarse respecto a lo que en realidad quiere tratar, de ritmo e interés variables e irregulares, con ideas muy buenas manejadas de forma tal vez incompleta, muy crítica con ciertos “ismos”, con sobrepeso, con personajes trabajados, pero en direcciones tramposas que solo apuntalan el concepto de la novela, con manifestaciones Realpolitik extremas que evocan situaciones contemporáneas desde perspectivas más radicales, de resultados generales discutibles según lectores porque verán sus opiniones muy polarizadas.
Destacado. La cantidad notable de premios importantes en su género que recibió tras su publicación.
Potenciales evocados. Ideas de Puente mental llevadas hacia la Infantería Móvil de Robert A. Heinlein, pero en remoto, con algún toque Dan Brown (se lo juro, pero Joe Haldeman lo pensó primero) junto a conceptos del Year Zero de Nine Inch Nails.