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jueves, 7 de mayo de 2015

EL CAMINO DE LOS REYES. Brandon Sanderson

-Otro ejemplo de imaginación del autor y, además, atisbos de cierta madurez.-
Portada del libro El camino de los reyes, de Brandon Sanderson
Edición en español (2012)

Género. Narrativa fantástica.

Lo que nos cuenta. En el libro El camino de los reyes (publicación original: The Way of Kings, 2010), y cuatro mil quinientos años después del tiempo de los Heraldos, ahora dioses antiguos, Szeth-hijo-hijo-Vallano tiene el encargo de matar al rey Gavilar Kholin y, cinco años más tarde, Kaladin Benditormenta lucha en una batalla que termina de forma inesperada y lo lleva del liderazgo de un pelotón hasta la esclavitud y, al final, a los campos de batalla de las Llanuras Quebradas donde será obligado a desempeñar una peligrosísima tarea. Mientras, muy lejos de allí, una mujer trata de obtener explicaciones sobre la figura de los Caballeros Radiantes. Primer volumen de la saga La guerra de las tormentas.

Mi opinión. Novela sobre la que destaco en el titular de la reseña lo de su cierta madurez porque al lector habitual del prolífico (e imaginativo) Sanderson no se le debe haber escapado (supongo yo) cierto aire de “juventud” o “jovialidad” o no-sé-bien-cómo-decirlo-pero-espero-que-me-entiendan en su producción general que, en este libro, tiende (aunque no por completo) a brillar por su ausencia (para bien, en mi modesta opinión), que además ofrece una sensación de gran magnitud y alcance de la trama (en la escala propia de la fantasía, por supuesto) en sus páginas, algo que en otros libros tampoco había ya que, siendo tramas muy interesantes y realmente entretenidas, eran de un alcance menor (en comparación a este libro, ojo, no en comparación a la fantasía que se ofrece al lector en las últimas décadas) en cuanto a la propuesta general, con sobrepeso claro bien repartido a lo largo del volumen para que no resulte demasiado incómodo, con un autor cuyos puntos fuertes siguen sin ser la narrativa (pero es más que suficiente) ni la construcción de personajes (pero son más que suficientes también), tal vez ni siquiera la trama en sí misma (se pude ver en ella unas directrices bastante comunes y conocidas desde lo general, por más que haya que destacar que, en esta ocasión el entorno es, por momentos, casi un personaje más), pero sí sigue siendo muy destacado desde la imaginación que ofrece respecto a conceptos que arman la novela y en cuanto a la magia o a los elementos mágicos que usa, agradable de leer, que no se hace nunca pesada ni densa a pesar de su número de páginas y tan interesante como entretenida.

Destacado. Aunque sea un tomo inicial en la saga, no peca de abundancia de escenas de presentación ni trascendencia relativa y, por el contrario, suceden muchísimas cosas.

Potenciales Evocados. Alguna que otra idea compartida con La espada infinita, pero con naturalezas diferentes; aires de La compañía negra mejor narrados y con más gancho; por momentos, también algún aire de Malaz sin sus problemas narrativos y más cercanía entre personajes y lector.