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miércoles, 30 de julio de 2014

THE SANDMAN. EL LIBRO DE LOS SUEÑOS. Varios autores

-Buen intento, señores, aunque no se logre lo que los lectores esperaban.-
Portada del libro The Sandman. El libro de los sueños, de varios autores
Edición en español (2000)

Género. Relatos.

Lo que nos cuenta. El libro The Sandman. El libro de los sueños (publicación original: The Sandman. Book of Dreams1996) es una antología de relatos, todos escritos para este volumen, basados en el mundo que Neil Gaiman creó en la serie de cómics The Sandman, con aportación gráfica de Clive Barker, prefacio de Frank McConnell, epílogo de Tori Amos (el mismo texto inicial de Muerte: el alto coste de la vida) y comentarios introductorios a cada relato del propio Gaiman, interesantes en general por los diferentes aspectos de El Sueño y de Sandman que deciden explorar pero, sin duda, algo lejos de las cotas tan altas que alcanzó el propio cómic.

Mi opinión/Destacado/Potenciales Evocados.

    - Carnaval y marejada (Colin Greenland): sencilla trama sobre un joven que nunca sueña y lo hace por primera vez, acertado como primer relato de la antología por su carácter introductorio, un poco la primera parte de Love Story y un poco la extensión de muchas de esas viñetas de fondo en los cómics de Sandman en las que se veían soñadores.
      - Chain Home, baja frecuencia (John M. Ford): relato relacionado con el comienzo de la serie de The Sandman y su encierro bajo la Orden de los Antiguos Misterios, pero desde la perspectiva de algunos afectados indirectos durante la Primera y la Segunda guerra mundial que se vislumbraban a lo lejos en el cómic, respetable en lo técnico y agradable pero, a la vez y por decirlo de alguna forma, relacionado de forma marginal con el concepto de los cómics de Sandman.
     - Más fuerte que el deseo (Lisa Goldstein): trama breve de amor bastante explicativa sobre el carácter juguetón de Deseo (esta vez incruento), en quien se centra la trama, agradable de leer y que ojalá su mensaje fuese (por completo) cierto y (por completo) para todos, porque a veces ganar es perder y perder es ganar.
       - Cosas viscosas (Barbara Hambly): relato de humor extraño basado en Caín, Abel, Lucien, Mathew, Nuala y Goldie, entre otros, (extraños ellos mismos también en cuanto a lo humorístico), conocidos secundarios de la serie y “empleados domésticos” o “amigos” de Morfeo, que tratan de afrontar una pesadilla descontrolada sin molestar a Oneiros, muy entroncado desde lo conceptual en la saga, pero sin alcance real.
       - El natalicio (B. W. Clough): encuentro entre una Mentora de Hallazgos de una tribu y el Moldeador, bastante breve, que capta muy bien la contradictoria personalidad del protagonista de la serie que tan bien nos mostró Gaiman.
      - Coleccionistas (Will Shetterly): relato ambientado en esa convención tan especial que vemos en la saga Casa de muñecas, amenazador, pero a un pasito de la sensación de desasosiego relajado que logró Gaiman.
      - Siete noches en el país de los sueños (George Alec Effinger): una de las joyitas conceptuales de la antología, al decidir combinar dos clásicos, cada uno a su manera, como son Little Nemo in Slumberland y The Sandman, con fondo del segundo y formas del primero, pero que además sorprende por quién lo escribe, por lo inesperado (y logrado) del cambio de registro.
    - El escapista (Caitlin R. Kiernan): Con Wanda/Alvin de Un juego de ti como protagonista, se desplaza un poco del centro del mundo onírico de Morfeo para llevarnos a realidades más desagradables y comunes entre ciertas personas que rezuman intolerancia y otras que la sufren.
      - Una pizca más de eternidad (Robert Rodi): otra visión de Wanda/Alvin desde su contacto con un moribundo, con visita de Delirio (la que una vez fue Delicia), además de Morfeo, que hasta puede complementar alguna línea argumental de los cómics, si así quisiéramos verlo.
      - La hija del escritor (Tad Williams): propuesta audaz, quizás la que más de toda la antología, desde la forma técnica hasta sus contenidos, que podría sacarse de este volumen y podría seguir funcionando sin problema.
     - Sextina eterna (Lawrence Schimel): el único trabajo de poesía de la antología, que nos repasa la figura de los Eternos.
     - Las puertas de oro (Mark Kreighbaum): trabajo que podemos ver relacionado con el de Williams (aunque Gaiman jura y perjura que no hubo contacto entre los escritores), pero desde una perspectiva más positiva y cercano a Bones (el cómic, no la serie de televisión).
     - Un lugar yermo (Karen Haber): una línea de ayuda telefónica, varios Eternos, un argumento de sensibilidad cotidiana y pequeñas grandes tragedias más comunes de lo que a veces pensamos.
    - El corazón de la bruja (Delia Sherman): una trama de fantasía oscura compleja, casi siniestra, que nos recuerda a uno de los argumentos incluidos en el cómic con una ambientación medieval parecida, al borde de la fábula amenazadora.
    - El reparador de sueños rotos (Nancy A. Collins): otros empleados de Sandman, con espacio para el espantapájaros Marvyn, nos revelan la existencia de uno que no conocíamos y que era muy necesario que existiese, un trabajo tierno sin sensiblerías que me llamó mucho la atención.
    - ¡Ya estamos acabando! (Gene Wolfe): trabajo corto, pero quizás el más largo de todos en esta antología, muy del estilo del autor, que podría sacarse del universo Sandman y también funcionaría por lo general (y amplio, podríamos verlo también así) de lo que nos propone.
      - Valósag y Élet (Steven Brust): pequeña y breve fábula, que también sorprende por quién la escribe, que mezcla a Muerte y Sueño con un Esopo de más alcance, en cierto modo.
   - El rincón del reloj parado (Susanna Clarke): trabajo de una escritora poco conocida entonces antes de dar la campanada con Jonathan Strange y el señor Norrell (del que aquí se podrían ver apuntes bastante claros), que mezcla burocracia sobrenatural con ciertas ideas preconcebidas y que ofrece uno de los resultados más curiosos de toda la recopilación.