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sábado, 5 de julio de 2014

EL IMPERIO DE PLATA. Conn Iggulden

-Novelando cómo se va acercando a su cénit el Imperio Mongol.-
Portada del libro El imperio de plata, de Conn Iggulden
Edición en español (2012)

Lo que nos cuenta. En el libro El imperio de plata (publicación original: Empire of Silver, 2010), Ogedai ha visto cómo la ciudad de Karakorum se construía a partir de la nada en medio de la estepa con las riquezas conseguidas en las diferentes conquistas mongolas, pero tanto su salud como los movimientos políticos de otros mongoles, algunos de su propia familia y con derechos teóricos a dirigir a los suyos, hacen que el khan no sepa cuánto tiempo más va a vivir. Los Chin y los Sung no están dispuestos a dejarse conquistar con facilidad y, mucho más al este, al otro lado del Volga y todavía más allá, hay tierras que una vez se libraron de la presencia del Imperio mongol que no van a volver a tener esa suerte. Cuarto libro de la serie Conquistador.

Mi opinión. Entretenida continuación de la saga, a pesar del pequeño bache que supone el tratamiento de los conflictos domésticos y/o internos de forma discutible, fornida en el tratamiento de los combates (en especial los que tuvieron lugar en el este y cuyo resultado pudo haber cambiado la historia que conocemos si…), con un secundario (Tsubodai) con tintes protagónicos que sobresale entre otros personajes construidos por y para la obra, estilo algo distinto a los anteriores volúmenes y que podría dar pistas de los nuevos rumbos de la serie, que debe suponer muchísimas cosas aunque sea con sentido en general y sin entrar en la ficción peliaguda, que para aquellos no familiarizados con los eventos históricos de la época puede ser sorprendente, fácil de leer y con un excelente ritmo pasado su primer cuarto.

Destacado. La decisión de darle más peso a Mohi que a Liegnitz en la trama, a pesar de que la segunda esté mejor documentada, algo muy acertado en mi humilde opinión.

Potenciales Evocados. El camino histórico (novelado, claro) que lleva al proyecto ucrónico Mongoliad; poco que ver, y cada vez menos, con la saga del mismo autor ambientada en Roma.