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martes, 13 de noviembre de 2018

CALABAZAS EN EL TRASTERO: LIBROS MALDITOS. Varios autores


-Acercamientos al tema de muchas maneras diferentes.-


Portada del libro Calabazas en el trastero: Libros malditos, de varios autores
Género. Relatos.


Lo que nos cuenta. El libro Calabazas en el trastero: Libros malditos (publicación original: 2018), con Juan Ángel Laguna Edroso como editor, participante y cabeza de la editorial Saco de Huesos, y con Juan Alcudia a cargo del prólogo, es una antología de relatos sobre el concepto de libro maldito. En la mayoría de los casos, las tramas no se centran en los libros sino que las obras son “excusas” para distintos despliegues y los trabajos nos permitirán conocer, entre otros, una librería con volúmenes muy particulares, la “autobiografía” ilustrada de Satanás, las razones y consecuencias de la traducción de un libro muy conocido dentro del ocultismo de ficción, un instrumento de magia precolombina, la clave escondida en el Manuscrito Voynich, un libro que reescribirá el mundo o el uso de un volumen sagrado como excusa para lo impío. Vigésimo sexto volumen de la veterana serie de antologías Calabazas en el trastero.


Mi opinión/Destacado/Potenciales Evocados.


   - Casa Contini (Miguel Matesanz): exploración de un domicilio que afecta a su entorno y del que nadie regresa una vez que ha entrado, con una atmósfera de amenaza contenida muy lograda.


   - Den eínai nekrós (Javier S. Donate y Lisardo Suárez): ficción que mezcla el canto del cisne del Imperio Bizantino con la traducción del árabe al griego del Necronomicón.


   - Nana (Enrique Anaya): un padre viudo y su hija pequeña se ven afectados por la entrada en sus vidas de un libro usado, exitoso al mostrarnos la compleja personalidad del protagonista mediante sus decisiones técnicas.


   - Los escritos secretos (Milos de Azaola): con la excusa de la venta de libros que siguen cierto canon, ejercicio breve y amable con aire a otros tiempos.


   - Las páginas perdidas (Esther Domínguez): gangas de segunda mano, crímenes en serie y acercamiento al mito y leyendas que rodean a un personaje histórico.


   - Entonces, ocurrió (Andrés Díaz Sánchez): relato sobre la experiencia de lectura de un volumen antiguo que afecta al lector, que trabaja en transmitir la inmersión de la víctima en la obra.


   - Oscuridad (Víctor Villanueva Garrido): libre albedrío, maldad, vocación, creencias y decisiones en un trabajo que mezcla lo íntimo con lo “efectista” a partes iguales.


   - Temporada de lluvias (Abel Amutxategi): fe, castigo y manejo interesado de las creencias en un relato tan sobrio como atractivo que juega con un trasfondo que puede ser medieval y también postapocalíptico, según se quiera ver.


   - Versículos de sangre (Juan Ángel Laguna Edroso): agradable mezcla de lo que podría ser un “Fausto a su pesar” con realidades infantiles/juveniles reconocibles, que prefiere evitar lo obvio y los efectos para trabajar los sentimientos.


  - Las páginas perdidas (Xuan Folguera): asesinatos rituales en la España de la Restauración, con aires a Sherlock Holmes pero más “relajados” y adaptados a la idiosincrasia de aquellos tiempos.


   - Memento mori (Curro Esteves y Mercedes Manzano): otra de las tramas que aborda el tema desde los efectos del libro y no de la obra en sí misma, que sin sorpresas nos hace partícipes de la caída del protagonista hacia su destino.


   - Quod Superest Homini (Salomé Guadalupe Ingelmo): interesante trabajo, muy de actualidad a su manera (sorprende la “visión” de la autora) por lo que muestra sin decir, basado en atmósferas y “conceptos” oscuros y logrados.


   - La historia de mi vida (L.G. Morgan): destinos marcados, conocimiento de los hechos y decisiones al respecto, pero sin sorpresas o nuevos caminos dentro del asunto.