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martes, 5 de junio de 2018

VISIONES PELIGROSAS I. Varios autores



-En su momento, un claro punto de inflexión en varios sentidos; uno de ellos: demostrar que la ciencia ficción iba a ser mucho más que naves y rayos.-

Portada del libro Visiones peligrosas I, de varios autores
Edición en español (1983)
Género. Relatos.

Lo que nos cuenta. El libro Visiones peligrosas I (publicación original: Dangerous Visions, 1967), es una famosa antología (todavía valorada en tiempos actuales, aunque su fuerza, influencia y efectos directos fuesen muchísimo mayores en su época y es, por encima de su valor contemporáneo, citada todavía como referente valido para las derivas posteriores de la ciencia ficción, más allá de la New Wave en el aspecto “editorial”, por citar un ejemplo pero no siendo esa la única razón) con el “especialito” Harlan Ellison como responsable (además de autor de la introducción, que explica las particularidades de la edición y que defiende lo “especiales” y “distintivos” de sus contenidos a la hora de mostrar los muchos rumbos posibles de la ciencia ficción de su tiempo, pero también responsable de uno de sus relatos), con Asimov al frente de los dos prólogos (muy distintos, con parabienes y celebraciones, pero también con torpedos, y que en el primero defiende el concepto de la Segunda Revolución en la ciencia ficción, mientras en el segundo, “juega” con Ellison), que fue la primera antología de ciencia ficción que ofreció un contenido original por completo (todos los relatos se publicaron en ella por primera vez, una táctica editorial nueva que nunca se había considerado viable antes) y, también, la primera en publicarse sin línea editorial, restricciones, prejuicios, censuras ni “listas negras” previas (con la salvedad de un autor, cuyo identidad nunca he descubierto y que, años después, todavía pica mi curiosidad), con un comentario al inicio de cada relato, escrito por Ellison, sobre el correspondiente escritor (con extensiones muy distintas, pero también con tonos y direcciones muy diferentes) y con un comentario al final de los mismos de cada uno de sus autores (también muy distintos en cuanto a tonos y direcciones). Esta edición se corresponde con el primero de los tres volúmenes en que se dividió el libro original en 1969.

Mi opinión/Destacado/Potenciales Evocados

   - El canto del crepúsculo (Lester del Rey): revisión del Génesis en perspectivas alienígenas, alegórico, poético, corto, muy agradable de leer, pero que no ha envejecido demasiado bien en varios aspectos.

   - Moscas (Robert Silverberg): otro trabajo que también podría verse cercano a textos religiosos cristianos o, también, al origen “técnico” de tramas mucho más de fantasía oscura y horror que son bien conocidas, muy breve también e incómodo (para bien) gracias a la labor del escritor.

   - El día siguiente a la llegada de los marcianos (Frederik Pohl): trabajo que, con la excusa de la ciencia ficción, hace una crítica durísima de realidades de su tiempo que, de una u otra forma, todavía no hemos superado y solo hemos suavizado (algo es algo, pero queda camino por recorrer), escrito con un estilo que mezcla a Ray Bradbury y a Fredric Brown.

  - Jinetes del salario púrpura (Philip José Farmer): novela corta conocida y premiada, muy New Wave, pero que muy New Wave, con lo que ustedes ya deberían saber qué clase de texto se van a encontrar (como mínimo, a grandes rasgos).

   - El sistema Malley (Miriam Allen deFord): trabajo que pudo inspirar la trama de un conocido capítulo de Black Mirror, breve, duro y, otra vez, incómodo para bien por el trabajo de su autora.

   - Un juguete para Juliette (Robert Bloch): relato escrito por insistencia de Ellison, que deseaba una continuación de otro trabajo de Bloch bastante conocido (que no debo indicar por los spoilers que causaría sobre este, pero sí les aviso que está reseñado en este blog en caso de que sean muy curiosos), muy breve, intenso, imaginativo, curioso y con sorpresa (sobre todo si no saben cuál es el relato que “continúa”).

  - El merodeador en la ciudad al borde del mundo (Harlan Ellison): continuación (supuesta, claro) del relato anterior (lo que explica la insistencia de Ellison en que se escribiera), que tras un inicio interesante se sumerge en tendencias New Wave y, por tanto, ya se imagina usted lo que sucede con las formas y las técnicas.

   - La noche en que todo el tiempo escapó (Brian W. Aldiss): aproximación muy especial, diferente y original (solo he visto algo parecido, y nada más que parecido, en el concepto de partida de El tiempo incierto, pero no en cuanto a sus derivas ni estilos) al viaje en tiempo (y “viaje” en más de una acepción, con un tono extraño y ligero pero acorde con lo que nos quiere contar el autor.