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jueves, 6 de junio de 2013

TE QUIERO VERDE. Elaine Dundy

-Delicada intrascendencia que genera sonrisas condescendientes.- 
Portada del libro Te quiero verde, de Elaine Dundy
Edición en español (2010)

Género. Novela.

Lo que nos cuenta. En el libro Te quiero verde (publicación original: The Dud Avocado, 1958) conocemos a Sally Jay Gorce, una encantadora joven norteamericana de holgada posición económica familiar, algo superficial, que no es demasiado consciente de su limitada sofisticación y que lleva apenas tres meses en el París de los años cincuenta descubriendo nuevos horizontes y perspectivas sin poder despegarse del todo de su lastre cultural.

Mi opinión. Novela hecha por y para el personaje principal cuyo perfil devora la narración con el epítome de la joven diletante y el arquetipo de esa amiga encantadora que todos hemos tenido, y a la que queremos sin remisión, pero que no podríamos tener como pareja por el bien de nuestra salud mental, que toca muchos tópicos de la época en ambos lados del Atlántico mediante el humor y la ironía, con una trama plagada de tragedias de guardarropa y amores de mostrador que navegan entre lo superficial y lo banal, igual que hace la protagonista, más irreflexiva que pícara, y con unos resultados generales curiosos y que harán las delicias de cierto tipo de lectores.

Destacado. Entre banalidad y banalidad se camuflan algunos momentos duros y reflexiones agudas.

Potenciales evocados. La actitud de la Nancy de Ramón J. Sender cruzada con la aptitud de la Viernes de Robert A. Heinlein; me imagino a Beatrice Webb pasando por situaciones sociales parecidas si hubiese tomado decisiones vitales diferentes; Holly Golightly pero con posibles, menos recatada y con menos clase innata.