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| Edición en español (2018) |
Género. Narrativa fantástica.
Lo que nos cuenta. El libro El emperador goblin (publicación original: The Goblin Emperor, 2014) nos presenta a Maia Drazhar, cuarto en la línea de sucesión del imperio de las Ethuveraz, pero que vive alejado de la corte por ser medio elfo y medio goblin, un joven que cuando recibe la noticia de la muerte en accidente del emperador y los tres primeros herederos debe afrontar su tarea en la Corte Untheileneise sin haber sido preparado para ello y quizá, muy al contrario, carecer de las habilidades necesarias en muchos sentidos. Primer libro de la serie El emperador goblin.
Mi opinión. Novela de técnica e intencionalidad interesantes al servicio de la atmósfera que intentaba (y logró) crear la autora para desplegar el argumento de una forma que se fortalezcan entre sí, algo que logra muy bien, que a la vez crea un protagonista con el que es fácil conectar en todas sus imperfecciones (o, más bien, en todas sus áreas de mejora por falta de experiencia ante la importante tarea a la que se enfrenta) y cuyo comportamiento muestra formas de valentía y coraje que no tienen que ver con la fuerzas física o la habilidad con las armas.
Más de “viaje” que de “destino” (aunque, al ser solo la primera parte de una serie, quizá sea solo la presentación de algo más), sin nada de acción (o al menos no acción como se suele entender en esta clase de libros) propiamente dicha y sí con mucho drama cortesano, de ritmo suave que no afecta en absoluto a la rapidez de lectura (muy placentera, además), con un trasfondo que juguetea con lo Steampunk sin serlo en absoluto y, en conjunto, un trabajo muy poco común y, al menos para este lector, delicioso.
Destacado. Lo grande que este libro podría haber llegado a ser dentro del subgénero, hasta incluso ser un punto de inflexión desde mi punto de vista, si hubiera tenido una trama más elaborada.
Potenciales Evocados. La cara que se le debe quedar al lector que espere leer una obra de fantasía al uso; a pesar de ser bastante propio (sobre todo en su subgénero), podría ser un vistazo intimista a Elric de Melniboné, jovenciísimo y sin sus capacidades para el enfrentamiento directo, si estuviera en algo parecido a El último emperador, pero desde la consciencia de la situación y empezándola; desde un planteamiento que puede recordar a Medio rey, un desarrollo completamente distinto en todos los sentidos hasta ser casi la antítesis del Grimdark.