1453. A las cuatro
de la tarde, un fragmento de alta dimensionalidad entra en contacto con la
Tierra y, sin que nadie lo sepa, comienza la Era de la Magia por las
alteraciones físicas que provoca, casi imperceptibles para la mayoría. La era
durará veinticinco días (El fin de la muerte, de Cixin Liu).
1740. En el seno de
la Guerra del Asiento (o Guerra de la Oreja de Jenkins), fracasa el segundo
intento de Vernon de conquistar Cartagena de Indias frente a su férrea
defensa, aunque de nuevo, como la primera vez, la fuerza atacante era pequeña y
tenía más intenciones de “tanteo”, según su comandante. Vernon volverá.
1814. Napoleón, a
bordo de la fragata inglesa Undauted, llega a la isla de Elba donde
debe comenzar su destierro. Simultáneamente, Luis XVIII entra en París, con
división de opiniones entre los soldados (que no entre la oficialidad) y un
tono general de celebración entre la mayoría de los civiles, que parecían
disfrutar más el fin de Napoleón que el comienzo de Luis XVIII.
1815. Fin de la Batalla
de Tolentino, dentro de los últimos coletazos de las Guerras Napoleónicas, con derrota de las fuerzas napolitanas con Murat a la cabeza a manos del
ejército austriaco, provocando en poco tiempo la abdicación de Murat como Rey
de Nápoles y acabando con sus sueños febriles.
1917. En el seno de
la Primera Guerra Mundial y en relación con la ofensiva de Arras, los británicos lanzan dos
ofensivas que se conocerán como la Segunda Batalla de Bullecourt y
la Tercera Batalla de Scarpe, anecdóticas en cuanto a sus resultados
tácticos y estratégicos, ya que el gran escenario del frente no cambia de forma
significativa más allá de unos cientos de metros, pero importantes para los
varios miles de bajas que causaron y para sus familias.
1945. En el seno de
la Segunda Guerra Mundial, y tras treinta y ocho meses de ocupación japonesa, Rangún cae en
manos aliadas sin combate, aunque daba igual porque tras los enfrentamientos
anteriores la ciudad está prácticamente en ruinas. Mientras, el almirante
Frideburg acude al cuartel general de Montgomery en nombre de Dönitz para negociar términos de rendición. Al día siguiente firmarán el alto
el fuego de las tropas en Holanda, el noroeste de Alemania, las islas
alemanas, Schleswig-Holstein y Dinamarca, que entrará en vigor a las 08:00
horas del día 5 de mayo, pero hay otras zonas en las que siguen los combates. Ese mismo día, aviones
aliados hunden el Cap. Arcona (junto a tres barcos más),
un trasatlántico de lujo usado por las SS para el transporte de
prisioneros de un par de campos de concentración con la intención de no dejar
huellas de sus crímenes. Entre los bombardeos aliados, los disparos de los
guardias SS, los disparos de los cazas aliados y las gélidas aguas,
mueren unos siete mil quinientos prisioneros de diferentes nacionalidades, una
enorme cantidad pero que sigue sin batir el lamentable record del Wilhelm Gustloff. La operación aliada (y su actuación) sigue en entredicho hoy en día.