-Si bien el
original era muy potente, esta selección parcial no lo es tanto pero está por encima
de la media.-
Edición en español (1981) |
Género. Relatos.
Lo que nos cuenta.
El libro Una galaxia llamada Roma (publicación original: The Arbor House
Treasury of Modern Science Fiction, 1980) es una antología de relatos clásicos
de ciencia ficción que, en esta edición en español, solo incluye nueve trabajos
de los treinta y nueve, más la introducción, de la publicación original y que
nos harán conocer, entre otros, una estación espacial de contacto con
alienígenas, una pareja de caza en el bosque, la búsqueda de un niño robado por
unos extraterrestres escurridizos o un cristal que retiene la luz y las
imágenes.
Mi opinión/Destacado/Potenciales
Evocados.
- La máquina de
cazar (Carol Emshwiller, 1957): parábola agria, desde la inocencia más
vergonzosa, sobre el ser humano y hacia dónde nos va a llevar nuestro
comportamiento colectivo.
- Luz de otros
días (Bob Shaw, 1966): trabajo bastante conocido del autor, que mezcla un
concepto Hard para la época (sin ahondar demasiado en los aspectos técnicos)
con sensibilidades personales acusadas y un puntito de esperanza, que crece
desde la tristeza ajena, al final.
- Las llaves de
diciembre (Roger Zelazny, 1966): relato con un punto de partida original
(biomorfotransformaciones adecuadas a las necesidades de una empresa y cómo el
proyecto, y los empleados, se ven afectados por cambios radicales en las
condiciones contractuales por “cambios en el lugar de trabajo”) para, después y
sin que el lector se dé cuenta, tomar senderos más Zelazny al fondo y con las
consecuencias de una potencial colonización espacial (y adaptación del planeta)
de un lugar con vida inteligente al frente.
- De niebla,
hierba y arena (Vonda N. McIntyre, 1973): trabajo del que ya hemos hablado, pero con el nombre Bruma, hierba y arena.
- Una galaxia
llamada Roma (Barry N. Malzberg, 1975): otro texto del que ya hemos hablado,
concretamente aquí.
- Estación
Extrasolar (Damon Knight, 1956): contacto con alienígenas en una estación,
trasfondo en el que se ve una distopía como una casa en nuestro planeta y una
narración agobiante, pesada, incómoda, casi claustrofóbica (todo para bien,
fruto de la labor del escritor).
- La oportunidad
de su vida (Larry Eisenberg, 1968): dos científicos, dos personalidades
diferentes, igual que sus situaciones laborales e individuales, en un trabajo
poco llamativo en comparación con el resto.
- La marcha de
los imbéciles (C. M. Kornbluth, 1951): gamberrada de primera categoría con
mucha, muchísima mala intención (éxito del escritor) porque, para contar con
ironía la distopía de la trama y las soluciones aplicadas, nos muestra muchas
técnicas que estados totalitarios aplicaron a cuantos pudieron en nuestra
historia pero adaptadas a la ciencia ficción.
- La reina del
aire y la oscuridad (Poul Anderson, 1971): trabajo que mezcla ciencia ficción y fantasía, nos lleva a un planeta colonizado por la humanidad, Roland, en el que ciertas criaturas escondidas, míticas para los colonos, llegan a secuestrar niños mientras se mantienen ocultos lejos de la civilización humana y su tecnología. La madre de uno de ellos, Barbro Cullen, contrata los servicios de un detective privado, Eric Sherrinford, para averiguar el paradero de su hijo. Novela corta que hace género usando una mezcla de conceptos, incluso “imágenes”, de Shakespeare y Conan Doyle pero llevados al espacio, de ritmo suave, quizá algo anticuado para los tiempos que corren pero muy compacto en técnica y estilo.