-Título engañoso,
contenidos peculiares.-
Edición en español (2010) |
Lo que nos cuenta. El libro La ruina del Imperio Romano (publicación original: The Ruin of the Roman Empire: A New History, 2008) es una revisión de los últimos años del Imperio romano de occidente y de los posteriores,
cuando el Imperio romano de oriente tomó protagonismo en el Mediterráneo
central y occidental, centrado en tres líderes muy distintos en cuanto a
perfil, ideas, voluntad y acciones.
Mi opinión.
Trabajo peculiar por muchas razones, entre las que podemos destacar sus saltos
hacia delante y atrás, sus cambios de focalización o sus puntuales inmersiones
en circunstancias concretas que tal vez no tengan mucha importancia en el gran
devenir histórico, entre otras. Lleno de visiones novedosas sobre gran número
de eventos o sobre sus protagonistas, hasta proponer varios retratos a contracorriente
de lo más aceptado o convenido.
Llamativo
también porque se acerca a la caída de Roma de forma indirecta, ya que una de
sus tesis es que no cae como tal en 476 sino que hay una continuidad en muchos
aspectos, por más que ya no gobiernen “romanos” tal y como se entendían en
periodos anteriores, muy crítico con las intenciones del Imperio bizantino (hay varios
perfiles de protagonistas que casi parecen villanos de opereta) y “comprensivo”
(por no decir “posicionado”) con los “bárbaros”, organizado de una forma
extraña (si es que realmente está organizado) para exponer contenidos, narrado
con una extraña mezcla de varias técnicas, polémico en algún caso, con
sobrepeso debido a la vueltas y revueltas a la hora de contar muchas cosas, más
aprovechable si se llega a leer con buenos conocimientos previos (por aquello
de comparar y por aquello de no perderse), muy irregular y distinto a casi todo
en su temática tanto desde los contenidos como desde la forma en que se
presentan.
Destacado.
Bastante “normativo” (desconozco si por descuido o de manera voluntaria) en su tono con
frecuencia, algo arriesgado cuando se trata de historia.
Potenciales
Evocados. Intenta ofrecer un ejercicio técnico parecido a esa crónica ficticia (pero “realista”) que fue Rubicón, cambiando los
enfoques, el tiempo y las circunstancias, además de ofrecer unos resultados muy
distintos.