-Más exitosa en la suma de varias de sus partes que
como un todo.-
Edición en español (2014) |
Lo que nos cuenta. En el libro El rito (publicación original: The Croning, 2012), y en algún momento de la Baja Edad Media, ciertos
acontecimientos con una princesa y el pago de la promesa a un enano por
convertir paja en oro generarán una leyenda más “blanca” que la inquietante realidad
de los hechos. En el presente, Don Miller, experto geólogo, acompaña a su mujer
Michelle a México para una expedición arqueológica y, cuando ella desaparece,
Don se embarcará en un viaje sorprendente y aterrador. Años después, en la
actualidad, Don y Michelle son unos ancianos que reciben la visita de sus hijos
y parejas en su casa de campo.
Mi opinión. Novela de estructura extraña, que casi
parecería haberse construido desde relatos independientes (pero relacionados de
forma íntima por el fondo y los personajes) hasta crear un “todo” desplegado
mediante una cronología atípica que genera la sensación de una trama en “V”
(pico, descenso a valle, ascenso a pico), con momentos que parecen engordados
sin razón y que rompen el interés del lector, muy elegante y efectiva a ratos
mientras, en otras ocasiones, ofrece Pulp de arte y ensayo.
Resulta incómoda para bien (después de todo, es una
novela de horror), huye de efectismos (pero no de la crudeza física y
psicológica), parece perderse en sí misma con demasiada frecuencia, es hábil a
la hora de desdibujar muchas cosas para que funcionen mejor y que sea la mente
del lector la que otorge la forma que más perturbe, con demasiadas variaciones
innecesarias sobre los mismos temas, pero, con todo, ofrece un trabajo
interesante, distintivo y propio a su manera.
Destacado. En lo general, las atmósferas y los tonos.
En lo particular, la narración del evento en México y el chiste a costa de
Amway.
Potenciales Evocados. Difícil, pero
toca hacerlo: una mezcla muy extraña de la cotidianidad socioeconómica que
suele manejar la pluma de Peter Straub, pero haciendo ejercicios “lovecraftianos en esta ocasión, y de la “oscuridad” de Thomas Ligotti atacado a ratos por un espíritu
barriobajero (en lo narrativo, claro) fresco y muy resultón.