-Tanto en la producción del autor como en el propio género,
muy conocida y valorada.-
Edición en español (1993) |
Lo que nos cuenta.
En el libro El hombre en el castillo (publicación original: The Man in the High Castle, 1962) y en los Estados Unidos de América de 1962, Robert Childan es el dueño de
Artesanías Americanas S.A., una tienda especializada en objetos de arte
histórico. Frank Frink es un operario industrial recién despedido quien ve con
pesimismo su futuro, sigue enamorado de su ex mujer Juliana y es muy aficionado
al I-Ching, igual que Nobosuke
Tagomi, funcionario japonés de alto rango y uno de los clientes de Childan, quien ahora está buscando alguna pieza que pueda agradar a un visitante a punto de
llegar, el señor Baynes, representante de una firma industrial sueca de
plásticos, pero en realidad un agente de la Abwehr. Hawthorne Abensen es un elusivo autor que ha escrito un
libro prohibido en medio mundo, llamado La langosta se ha posado, obra de
ficción en la que Japón y Alemania, junto al resto de países del Eje, no ganaron
la Segunda guerra mundial y, por el contrario, fueron los aliados los que
vencieron. Y es que en esta realidad los EEUU capitularon ante el Eje en 1947, viendo su territorio muy reducido y fragmentado a costa de los vencedores,
Alemania es una superpotencia que ha colonizado el espacio y Japón tiene más
interés en aprovechar recursos naturales de otras naciones y esquilmarlos, a la
vez que mantiene un tenso pulso parecido a una Guerra fría con su rival,
Alemania.
Mi opinión. Excelente combinación de un importante
trabajo narrativo sobre los diferentes personajes y la introducción de datos
sobre el trasfondo de la ucronía en la que transcurre la trama (que hace pensar
al lector en realidades paralelas), una trama por cierto que, aunque tiene unos
rumbos claros, no puede ser clasificada de lineal, siendo estrictos, además
de construirse como un collage a partir de las diferentes vivencias de cada uno
de los personajes (y del libro La langosta se ha posado, casi un personaje
más, igual que el I-Ching, y este incluso más…), interesante desde lo malvado en
la revisión que se hace de bastantes personajes de nuestra historia para su
papel en esta realidad imaginada por Dick, crítica y acertada en algunas
asunciones y preocupante, hasta niveles peligrosos, en algunas reflexiones que pone en boca
de algún personaje para definir, de manera indirecta, situaciones de nuestra realidad,
que aborda un tema recurrente en la producción del autor como es la pregunta
sobre qué es real y qué no lo es, pero lo hace de forma más indirecta y menos
psicológica (o psiquiátrica) de lo que era habitual en él, muy bien
escrita, abierta a relecturas periódicas que permiten descubrir nuevos detalles
(o imaginárselos elucubrando) y también a las interpretaciones de muchos de sus
contenidos, de ritmo pausado y tonos grises, mucho más de conceptos que de
acciones, que parece intentar la generación de sensaciones en el lector más que contar
un argumento y, en resumen, una novela de gran potencia intrínseca pero
expuesta con suavidad.
Destacado. Importante en el género e incluso cada vez
más nombrada y reivindicada fuera de él.
Potenciales Evocados. Al fondo, se intuyen cosas que
podrían tener cabida en El cuerno de caza, Patria, El Reich africano o En
presencia de mis enemigos, mientras que al frente flota una mezcla de Steinbeck y Greene.