-Las primeras aventuras de una de las encarnaciones
del Campeón Eterno.-
Lo que nos cuenta. En el libro El caballero de las espadas (publicación original: The Knight of the Swords, 1971), Corum Jhaelen Irsei es el hijo del príncipe Khlonskey,
un noble vadhagh con más de mil años de vida que sabe que se acerca su
final. El príncipe y su familia llevan siglos sin salir del castillo Erorn, por
lo que pide a su hijo Corum cumplir su último deseo: saber qué ha pasado con
su raza y con otros familiares que viven en castillos alejados de Erorn. Corum
cumplirá el deseo de su padre y descubrirá que, tanto los vadhagh como sus
rivales nhadragh, son razas al borde de la extinción por la labor de los mabden,
los humanos, violentos, fieros e inmisericordes, algo que sufrirá en carnes
propias. Primer libro de la
Trilogía de las espadas.
Mi opinión. Volumen introductorio a la figura del
protagonista y al rico trasfondo plagado de exotismo en el género que ofrece la
trama que lo acompaña, que visto con los ojos actuales podría clasificarse como
algo próximo a la fantasía épica con mucha influencia de esa fantasía de tintes
dimensionales que tanto se destiló en su época y que no parece ser del gusto de
los autores actuales, que debido al concepto del Campeón Eterno trabajado no
puede evitar sensaciones de familiaridad por mucho que cambie el ropaje de los
escenarios y las situaciones, con un protagonista de carácter más “normal”
dentro de los varios que comparten dicho concepto y una cosmogonía algo extraña
para los más familiarizados con el mismo, de muy buen ritmo, corto y
bastante entretenido, aunque se nota que ha llovido mucho, en el aspecto literario, desde su publicación.
Destacado. Los títulos de los libros que componen el
volumen, evocando otros tiempos.
Potenciales Evocados. Elric, Hawkmoon, Erekose… en
resumen, la visión de la fantasía que solía trabajar Moorcock; toquecitos
conceptuales de las Crónicas de Ámbar de Roger Zelazny, pero todavía muy sutiles.