Páginas

lunes, 2 de junio de 2014

METRÓPOLIS. Thea von Harbou

-Obra revolucionaria en varios sentidos.-

Género. Ciencia ficción.
Portada del libro Metrópolis, de Thea von Harbou
Edición en español (1985)

Lo que nos cuenta. En el libro Metrópolis (publicación original: Metropolis, 1925), Freder, hijo del amo y señor de la ciclópea ciudad de Metrópolis, Joh Fredersen, escapa de la vigilancia de su guardián y guardaespaldas, Slim, haciéndose pasar por el obrero 11811 y desencadena una serie imprevisible de acontecimientos en la ciudad. Novela escrita por la autora a partir del guion de la película homónima, escrito a medias por el director Fritz Lang y su esposa, la propia Thea (con discusión entre los expertos sobre el orden real de acontecimientos), y publicada por primera vez en una revista a modo de serial.

Mi opinión. Novela distópica (o fábula sociopolítica, según se mire) innovadora en su momento, por más que no se apreciase entonces en su justa medida y el tiempo haya tenido que reivindicarla poco a poco (aunque pague el precio del cambio de las visiones contemporáneas de muchos de los temas que toca), escrita en un momento que influyó muchísimo en sus formas, contenidos y atmósferas, plagada de conflictos sociales, psicológicos, políticos, familiares y personales, que se apoya con firmeza en realidades de referencia en su tiempo (y algunas muy lejanas, pero presentes) para la autora (y para todos, en realidad, pero para ella más determinantes) que engloban la lucha de clases, la industrialización, el (nacional)socialismo, la alienación, el humanismo cristiano y el propio cristianismo (historia y dogmas), movimientos revolucionarios, derechos laborales, elitismo, conceptos freudianos básicos, panteones de otras religiones, empatía artificial ilegal, moral y muchos otros para ofrecer una novela trágica y épica llena de tensión, pero sin acción propiamente dicha (o al menos como se entiende hoy en día) y de un estilo poco común que no está hecho para el disfrute de todos los paladares por razones propias (al lector no se le puede culpar de todo).

Destacado. Que yo sepa (algo que no garantiza ni mucho ni poco), hasta el momento de su escritura no se había hecho ciencia ficción con un estilo parecido.

Potenciales Evocados. Mezcla del destino de la Torre de Babel del Antiguo Testamento en versión marxista con toques nacionalsocialistas y orwelianos, más ambientes de Blade Runner encajados en un oscuro y doliente soviet de los trabajadores, pero todo narrado con un estilo al borde de lo “rebuscado”.