Edición en español (2012) |
Género. Narrativa fantástica.
Lo que nos cuenta. En el libro Las furias de Alera (publicación
original: Furias of Calderon, 2004) conocemos a Amara, cursor al
servicio de la corona del Primer Señor de Alera que está realizando su examen
de graduación supervisada por el veterano Fidelias y que consiste en una
operación de campo real que implica infiltración y labores de inteligencia en
un campamento rebelde. Tavi es un joven que vive en el istmo de Calderon,
fronterizo con la zona salvaje e inhóspita de Maratea. A diferencia de la casi
totalidad de las personas, Tavi no cuenta con la capacidad de manipular los
elementos con mayor o menor resultado, lo que le hace ser una especie de
impedido en su sociedad, aunque es muy querido por su entorno. Primer libro de
la serie Codex Alera.
Mi opinión. Novela que, aunque tiene algunos altibajos, presenta al
lector una obra de fantasía con ritmo más que alto en general a partir de un
comienzo interesante, pero que despliega sus recursos con pausa, narrada en
tercera persona coral, con varias tramas paralelas que entroncan de diferentes
formas con la principal, de personajes sencillos en los que el autor trata de
trabajar sobre algunas peculiaridades de sus personalidades, pero se termina apoyando
en sus motivaciones, sin protagonista claro aunque se sospeche quién va a
vertebrar la narración e incluso la saga (siempre es posible que me equivoque,
sin embargo), más lograda en la parte de intriga "política" que en la
de acción pura, aunque sin chirridos en realidad, con aires juveniles, pero sin
situarse en ese subgénero que todos relacionamos con ese hecho, a veces sin la
necesaria sensación de peligrosidad real en situaciones letales, poco
detallista y entretenida.
Destacado. Su positivismo estructural (por no decir “buenrollismo”).
Potenciales evocados. Si lo que hizo Paul Kearney nos llevó al final de algo que nos podía recordar al crepúsculo de una Edad Media fantástica, este trabajo hace algo similar pero hacia el Imperio Romano; a grandes rasgos, mezcla de momentos Robin Hobb en cuanto a conflictos “sociodomésticos”, pero sin caer en su intimismo, de momentos Brandon Sanderson en cuanto al enfoque de la magia, pero salvando las distancias, de momentos del propio Kearney en cuanto a los tratamientos narrativos generales y de toquecitos Joe Abercrombie en algunos personajes (que no en todos ni tantos).