Género. Ciencia ficción.
Lo que nos cuenta. En el libro The Variant Effect (publicación original: 2010) conocemos a Joe Borland, un capitán retirado de las escuadras Variant que, para abusar del alcohol, sufrir de sobrepeso y estar lleno de achaques (a destacar, sus hernias), se conserva bastante bien y es reclamado de vuelta a su trabajo un par de décadas después de su jubilación cuando los incidentes Variant comienzan de nuevo. En el escenario de un crimen se encuentra con el también retirado capitán Eric Hyde, quien perdió la mayoría de su piel y bastante tejido en cumplimiento del deber (hecho del que Joe fue testigo y en el que tal vez tuvo algo de culpa). Y es que, hace ya bastantes años, el fármaco Varion que prometía una revolución en el tratamiento psicoactivo de multitud de trastornos mentales, demostró tener unos terribles efectos secundarios incurables y contagiosos, incluyendo el deseo de comerse la propia piel y la de otros, aunque se suponía que los brotes ya estaban controlados. Primer libro de la serie The Variant Effect.
Mi opinión. Propuesta con estilos noir policiales clásicos y muy claros aplicados sobre un thriller de ciencia ficción oscura repleto de acción, con dos personajes principales bastante logrados a través de su construcción, reflexiones y actos, que gustará a los aficionados a los zombis (aunque aquí no los tengamos) por el tratamiento, variedad y comportamiento de los antagonistas a los que se intenta dar una continuidad entre las particularidades de su hostilidad y el trastorno que padecían antes de volverse letales, narrada de forma algo confusa sobre todo al comienzo llegando a poner a prueba al lector, con tendencia a la crudeza sin llegar al gore estricto, que gusta de las variaciones continuas sobre un mismo tema, de ritmo irregular y novela bastante curiosa desde sus planteamientos.
Destacado. Los dos personajes principales, bastante trabajados para este tipo de propuestas.
Potenciales evocados. Ambientes Space Cowboys más ajados y rencorosos, mezclados con toquecitos de la caza de Blade runner, salvando las distancias, y algo de las situaciones más truculentas de la saga Resident Evil.