Género. Novela corta.
Lo que nos cuenta. En el libro Identity
(publicación original: Identity, 2012) conocemos a Christy, una chica de
Boston sin novio ni familia, aunque su amigo Austin es algo parecido, que se
siente tan infeliz e infravalorada que de su collar cuelga un pequeño
portarretratos en forma de corazón en el que todavía se encuentra la foto en
blanco y negro con el que estaba a la venta en la tienda. Cuando pierde el
collar, vuelve a recorrer sus pasos y termina colándose por la parte trasera de
un viejo hospital, donde tras una breve exploración encuentra el collar en el
suelo. Primer volumen de la serie Eyes wide open.
Mi opinión. Desconcertante obra publicada mediante tácticas
de marketing discutibles, poco creíble en casi todas sus propuestas, que
todavía no sé si es Young Adult o qué, con dos personajes
principales que presentan particularidades y comportamientos que más que
diferenciarlos y humanizarlos pueden llegar a provocar el alejamiento del
lector más razonable, de narración deslavazada que más que transmitir la
confusión y la incredulidad de los personajes puede llegar a generar ambas
cosas al lector más sensato, que maneja los tiempos de forma extraña y que está
plagada de diabolus ex machina.
Destacado. Mi perplejidad. No es fácil que un libro la
consiga, créanme, estimados lectores.
Potenciales evocados. Intencionalidad de
gancho comercial como el primer volumen de la serie La prisión de Black Rock, pero el metal de este gancho se dobla; película de Uwe Boll con una
Isabella Swan todavía más pasiva y un Sheldon ligeramente más viril en un
Bedlam que podría estar en el pueblo de Amanece que no es poco.