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miércoles, 27 de marzo de 2013

2001. UNA ODISEA ESPACIAL. Arthur C. Clarke


-Epopeya con mayúsculas de impacto variable según los antecedentes del lector.- 
Portada del libro 2001. Una odisea espacial, de Arthur C. Clarke
Edición en español (1974)

Género. Ciencia ficción.

Lo que nos cuenta. En el libro 2001. Una odisea espacial (publicación original: 2001. A Space Odissey, 1968), en un momento indeterminado de nuestra prehistoria, tal vez el Mioceno tardío, una manada de nuestros ancestros, tal vez Hominini, tratan de sobrevivir en un entorno difícil… En 1999 se localiza una “anomalía” cerca de una base lunar… En 2001 se manda una expedición tripulada hacia la órbita de Saturno… Libro basado en varios planteamientos previos del autor, en especial su relato Centinela de la eternidad, también conocido como El centinela, escrito bajo la sugerencia/influencia del proyecto cinematográfico del director Stanley Kubrick y que después, sin planificación previa, dio lugar a una serie de novelas.

Mi opinión. Quizá la obra menos hard en el fondo (que no en la forma) de toda la producción del escritor, bastante más centrada en la trama que nos quiere narrar que en los diálogos pero sin descuidar las descripciones, a la que el tiempo no ha afectado demasiado excepto en lo referente al positivismo estructural con la que está escrita, de ritmo pausado en general y con variable poder de atracción debido tanto a la evolución de la propia narración como a los potenciales antecedentes literarios del lector.

Destacado. El concepto de partida y el brevísimo pero interesante tratamiento de la “personalidad” de HAL.

Potenciales evocados. La revisión del concepto de MIKE; un camino posible, solo posible, hacia el grito de “¡Eureka!” de Däniken; el concepto de dejar más preguntas que respuestas sobre ciertos temas, pero mucho menos filosófico, que luego siguió Frederik Pohl con saga de los heechees; las diferencias entre leérsela habiendo visto la película homónima y sin haberlo hecho; planteamientos que entroncan con algunos desarrollos de David Brin.