-Los individuos generan la
sociedad, no al revés, por mucho que algunos insistan.-
Edición 2006 |
Género. Novela.
Lo que nos cuenta. En el libro Perder es
cuestión de método (publicación original: 1997) conocemos a Víctor Silampa, periodista de crónicas judiciales que trabaja para El Observador y que
recibe la llamada de uno de sus contactos en la Policía informándole del
hallazgo de un cadáver desnudo y empalado a las afueras de Bogotá. La vida de
Víctor se ve alterada por las consecuencias de su investigación, del abandono
por parte de su novia, Mónica, y de la aparición de Quica en su vida.
Mi opinión. Novela sencilla, casi
ordinaria (estrategia acertada del autor, no por casualidad en mi opinión),
llana, muy colombiana en la acepción más sociológica del término, que retrata
una sociedad, un país y un tiempo desde un argumento urbano de amor, interés, avaricia
y deseo, con algunas pinceladas quijotescas.
Antihéroe displicente,
tragicómico, pero retratado de forma que tenemos que suponer lo que siente más
que notarlo de manera directa, ya que parece actuar a contracorriente de sus
propios deseos e intereses, casi un “antiexistencialista” por momentos, si el
término existiese.
Destacado. Más social y vital que noir,
pero sin alejarse del género demasiado.
Potenciales evocados. Algo de Manuel Vázquez Montalbán flota en el aire; las
antípodas de la vida de Mikael Blomkvist, en todos los sentidos.