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jueves, 28 de febrero de 2013

AFRICANUS. EL HIJO DEL CÓNSUL. Santiago Posteguillo

-De las obras más destacadas en su temática y en lengua española de los últimos años.- 
Portada del libro Africanus. El hijo del cónsul, de Santiago Posteguillo

Lo que nos cuenta. En el libro Africanus. El hijo del cónsul (publicación original: 2006), y tras el final de la Primera Guerra Púnica entre Roma y Cartago cuyos ecos todavía resuenan, se nos muestra cómo se van desarrollando los hechos que desembocarán en la Segunda a través de las vidas de Publio y Cneo Cornelio Escipión, del hijo del primero, del tramoyista Tito Macio y de los líderes cartagineses Amílcar, Asdrúbal y Aníbal, entre otros. Primer libro de la trilogía Escipión el Africano.

Mi opinión. Obra extensa, que partiendo de una presentación documentada de hechos ya conocidos inventa con sentido para rellenar espacios en blanco de la historia y de sus protagonistas, que entrelaza algunos otros eventos con mucho acierto, narrada desde diferentes puntos de vista pero siempre en tercera persona y que retrata a los personajes a través de sus actos, con especial atención al protagonista que será el eje de la trilogía, mucho más perfilado que el resto (pero no más logrado que cierto escritor que aparece en la novela y cuyos capítulos casi parecen sugerir un estilo algo diferente al resto del trabajo, curiosamente).

Con titubeos a la hora de retratar sentimientos, aunque con valentía al intentar hacerlo, con manejo notable de la parte más bélica, de cierta ligereza en ocasiones, pero en absoluto banal, que localiza muy bien al lector y le lleva de un escenario a otro sin mareos de forma vertiginosa, sin sorpresas, de buen ritmo y resultados encomiables.

Destacado. El autor consigue que un libro largo y algo denso se lea con facilidad.

Potenciales evocados. Nada del “pacifismo” que flota en la obra de David Anthony Durham; menos poética que la propuesta de Gisbert Haefs, pero más “tangible” y dándole más cancha al otro bando; algunas ideas en común con Ross Leckie respecto al Escipión protagonista, pero con estilo diferente y menos uso del diálogo constante (aunque sea interno) como herramienta.