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viernes, 28 de octubre de 2022

VAQUERA INVERTIDA. McKenzie Wark

-En palabras de la propia autora, “autoficción de alguien que siempre había sido trans, pero que todavía no sabía”, o también “una historia no estandarizada sobre género y sexualidad”.-

Edición en español (2022)
Género. Biografía (muy particular, eso sí).

Lo que nos cuenta. El libro Vaquera invertida (publicación original: Reverse Cowgirl, 2020) es una autobiografía de la autora, repleta de citas más que pertinentes, desde que era un joven de pueblo industrial australiano hasta que es una mujer madura de sesenta años en Nueva York, construida por escenas de su vida que, de una u otra forma, pivotan entorno al sexo, la sociopolítica, el sexo, la autoimagen, el sexo, las dinámicas de pareja, el sexo, las reflexiones de alcance, el sexo, la identidad y, sobre todo, el sexo.

Mi opinión. Y es que, en la vida de esta autora, el sexo ha tenido un lugar preponderante en la construcción de su yo, su personalidad, sus intereses, sus costumbres, sus gustos, sus intenciones y su visión general de las cosas (o eso parece o, al menos, desde ahí nos orienta su narración) y lo muestra mediante un trabajo híbrido entre el ensayo y las memorias, repleto de sexo detalladamente explícito que nunca es pornográfico porque esa no es la intención del libro y sí, por el contrario, ilustrar la visión que de sí misma tiene la escritoria al echar la vista atrás y contemplarse desde hoy, un hecho muy importante porque todo eso que muestra de su pasado está absolutamente definido por quién es ahora (quizá quién fue siempre, aunque no lo sabía).

Técnicamente interesante, narrado a ráfagas poderosas, de ritmo notable, estructurado con sentido, con un manejo culto y preciso de hasta lo más sórdido y banal, lleno de sensibilidad acerada, con bastante autocrítica amable o, al menos, justificada en según qué cosas, divertido y serio a la vez, quizá con más exposición que sinceridad propiamente dicha (quién sabe) y, en conjunto, una de mis lecturas más interesantes del año pasado.

Destacado. No sé si será un ejemplo de literatura trans o de escritura queer, pero sí sé que es un buen ejemplo de narrativa contemporánea (hasta muy bueno).

Potenciales Evocados. Una mezcla imposible y muy sexual de Ben Harper, Virginie Despentes y Walt Curtis.