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viernes, 26 de febrero de 2021

DIALÉCTICA ERÍSTICA. Arthur Schopenhauer

-Parafraseando a Joubert, mal vamos si el objetivo en una argumentación o discusión es tener razón y no razonar. Y, sin embargo, es lo más habitual.-

Portada del libro Dialéctica Erística, de Arthur Schopenhauer (edición en español, 2011)
Edición en español (2011)
Género. Ensayo.

Lo que nos cuenta. El libro Dialéctica erística (publicación original: Eristiche Dialektik oder die Kunst, Recht zu behalten – in 38 Kunstgriffen dargestlellt, 1864, pero escrito entre 1830 y 1831) recopila y comenta, con ejemplos, treinta y ocho estratagemas, subterfugios, trucos o ardides que se usan en las discusiones con la única intención de “imponer”, o que parezca que se "imponen", unos argumentos sobre otros a toda costa y con independencia de su lógica, validez o sentido.

Mi opinión. Con el subtítulo o el arte de tener razón, expuesta en 38 estratagemas, y con interesante introducción (por cómo presenta al autor, sus obras y este libro en pocas páginas, de forma general y muy clara a la vez) del propio traductor, Luis Fernando Moreo Claros, recopila los escritos y apuntes de Schopenhauer sobre el citado asunto, redactado en vida y que no fue publicado hasta después de su muerte.

Trabajo que sigue la visión del mundo que tuvo el filósofo, poco halagüeña para con el ser humano, y que por extensión afecta al despliegue intencional de su lenguaje, sin vocación de enseñar lo malo y sí con la de prevenir frente a ello, menos filosófico (sin dejar de serlo) que práctico (sin serlo del todo), poco actualizado en sus ejemplos (aunque atemporal en los conceptos), divertido a su manera y de verdadero provecho si el lector así lo quiere.

Destacado. Es imposible que nunca se haya encontrado frente a una o varias de esas tácticas en discusiones, querido lector, y tal vez no se ha dado usted ni cuenta.

Potenciales Evocados. Un manual sobre venenos, espadas y pistolas, pero ofrecido para que el lector esté prevenido para el uso de antídotos, escudos, chalecos antibalas y demás elementos reactivos de protección; en cierto modo, algo del espíritu de Cómo no escribir una novela desde conceptos más elaborados y profundos.