Páginas

jueves, 4 de abril de 2019

HORROR SELECCIÓN 3. Varios autores



-Sin impacto pero ilustrativo de tiempos y ciertas tendencias comunes a esas épocas.-
Portada del libro Horror selección 3 
Género. Relatos.

Lo que nos cuenta. El libro Horror selección 3 (publicación original: 1976) es una antología de relatos de horror, en una concepción amable y amplia del término, que mira al pasado en forma y fondo pero ofrece varios orígenes arqueológicos del concepto weird, con Kurt Singer al frente de la selección, todos publicados previamente en distintas revistas y antologías, que nos llevarán a conocer a la herencia que recibe un viejo marino, a un médico bajo tratamiento psiquiátrico y varios tipos de identidades sobrenaturales, entre otras cosas.

Mi opinión/Destacado/Potenciales Evocados

   - Las figurillas de barro (Robert Bloch, 1937): horror conceptual anticuado, pero con momentos interesantes, sin sorpresas porque se ve venir.

   - El hombre de las mil piernas (Frank Belknap Long, 1927): ecos de Lovecraft y de las “mutaciones/evoluciones” de sus personajes por influencias “externas”, desde el principio hasta el final, y con formas “epistolares”.

   - La diligencia fantasma (Amelia B. Edwards, 1864): trabajo clásico del gótico americano, con lo que ello implica a todos los niveles, que juega con lo que es real y lo que no es de forma previsible para el lector actual.

   - El cráneo estridente (Francis Marion Crawford, 1908): uno de los antepasados del weird actual, con formas de monólogo “atormentado” (seguro que saben a qué me refiero) muy del gusto en su época, que juega con leyendas y cuentos populares ingleses y que, tal vez, pudo inspirar a Lovecraft para los derroteros que tomaron sus ideas.

   - El hombre al que no pudieron colgar (Marcus Kavanagh, 1931): mezcla de “crónica” y ficción que supone sobre eventos reales sucedidos en la Inglaterra de finales del siglo XIX.

   - El signo amarillo (Robert William Chambers, 1895): otro antepasado del weird actual y, además, clásico de lo sobrenatural y referente de muchas cosas (¿volvemos a hablar de Lovecraft?) junto al resto de historias que contenía el libro El rey de amarillo, que de forma sutil tocaba muchas cosas que, en su tiempo, no se debían tocar.

   - Las lentes azules (August Derleth, 1949): más weird, escrito bajo el seudónimo de Stephen Grendon, uno de los varios que usó el escritor, que igual que el relato anterior toca muchas cosas que costaba tocar en su tiempo pero, aunque también sutil, lo hace con algo más de claridad.

   - Horror en el cementerio (Thorp McClusky, 1941): acercamiento a los vampiros y a los cazadores de vampiros que tiene la particularidad de hacerlo sin usar la palabra “vampiro”, logrado en la tensión que transmiten los personajes mediante un pulp honroso.