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lunes, 14 de octubre de 2013

LOS REBELDES. Sándor Márai

-La vida da un mordisco a los que creen poder devorarla.-    

Portada del libro Los rebeldes, de Sándor Márai
Edición en español (2009)
Género. Novela.

Lo que nos cuenta. En el libro Los rebeldes (publicación original: Zendülők, 1930) y cuando se acerca el fin de la Gran Guerra, cuatro muchachos que viven en una anónima ciudad del Imperio Austrohúngaro están a punto de terminar su educación en el Liceo y entrar en el momento de ser llamados a filas (excepto uno de ellos, no apto para el servicio de armas) para luchar en una guerra que, al principio, era muy lejana y, ahora, ya deja huellas de varios tipos en su entorno. Los muchachos comienzan a llevar a cabo pequeñas acciones de rebeldía que, cuando conocen a un peculiar actor que llega a la ciudad para trabajar en el teatro, comienzan a transformarse en algo más. Publicada por primera vez en 1930, pero revisada, corregida y ampliada por el propio autor en 1988, muy poco antes de su muerte.

Mi opinión. Novela de ritmo lento, que se desarrolla a partir de lo entrevisto, de lo velado, de lo sugerido y de lo interpretado, que maneja muy bien aunque con malignidad el concepto del agente socializador, que puede englobarse dentro del género de la novela de iniciación, pero con espíritu casi inmisericorde, que sigue la tónica habitual del escritor de meter en la trama conceptos costumbristas de la clase burguesa, de naturaleza oscura, pero no tétrica aunque casi siempre incómoda, que sin estar entre lo mejor de Márai supone un ejercicio interesante en su producción, sobre todo teniendo en cuenta lo lejos que estaba de su madurez como escritor, con fusión íntima de planteamiento y nudo, de personajes que no terminan de cuadrar por completo, pero que consiguen transmitir lo que supongo que el autor quería contar, más impactante en su época que ahora, irregular en su tensión e intensidad pero curiosa en general.

Destacado. La inquietante, pero preclara, visión del zapatero.

Potenciales evocados. Aunque no me crean, momentos, situaciones y personajes que recuerdan, salvando por mucho las distancias, a otros de Cirque du Freak; conceptos a los que J. D. Salinger dio una vuelta de tuerca menos inquietante, pero a la vez más intensa en lo general, en El guardián entre el centeno.