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jueves, 11 de julio de 2013

LA LLAVE DE CRISTAL. Dashiell Hammett

-Derribar con una mano lo que se construye con la otra.- 

Portada del libro La llave de cristal, de Dashiell Hammett
Edición en español (1992)
Género. Novela.

Lo que nos cuenta. En el libro La llave de cristal (publicación original: The Glass Key, 1931), en una indeterminada ciudad estadounidense no demasiado lejos de Nueva York y en algún momento de finales de los años veinte, Ned Beaumont trabaja para Paul Madvig, un poderoso delincuente que ha extendido sus intereses hacia la financiación, soporte y control de un senador además de estar bien infiltrado en diferentes estratos de la administración local y federal. Ned es una mezcla de matón, consejero e informante y, por una serie de razones, termina interesándose en un crimen relacionado con los intereses de su empleador, al que la competencia está asediando.

Mi opinión. Libro noir que manejó particularidades de la trama que señalaron el camino de futuros desarrollos del género pero que no sale bien librado de la comparación con otras obras del autor en todos los registros, narrado a golpe de diálogos secos y mordaces que trabajan sobre lo sugerido e implicado, construido mediante la acumulación sucesiva de escenas, de buen ritmo al que el lector debe subir sobre la marcha desde el mismísimo comienzo, de protagonista sólido plagado de contradicciones pero no siempre de las que definen un carácter, sin “buenos” y “malos” y sí con muchos tipos de “malos”, algo embrollada, con descripciones justitas pero, con todo, interesante y casi de referencia.

Destacado. En segundo plano, pero imposible de no ver, la descripción de la influencia del crimen organizado en la política y en la sociedad, que en su época debió impactar.

Potenciales Evocados. De donde bebieron los hermanos Cohen para Miller´s Crossing, hasta hartarse; zonas comunes con Boardwalk Empire por momentos.