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lunes, 25 de febrero de 2013

DRÁCULA. Bram Stoker


-Por muy famosa que sea la historia de Drácula, los que no se han leído el libro se llevarán alguna sorpresa si deciden hacerlo.- 
Portada del libro Drácula, de Bram Stocker
Edición en español (1989)


Lo que nos cuenta. En el libro Drácula (publicación original: Dracula, 1986), y aunque no sé si es necesario que se lo cuente, la trama comienza con el viaje a Hungría de un abogado londinense, Jonathan Harker, para reunirse con un comprador de inmuebles que vive en un castillo de los Cárpatos, el conde Drácula, de hábitos que a ojos de Jonathan van pasando de peculiares a monstruosos.

Mi opinión. Narración coral y epistolar, de cronología lineal constante en general (salvo pequeñas excepciones, pero importantes para el mantenimiento del suspense y la tensión de la trama), en la que cada uno de los narradores da un toque al escrito acorde con su profesión y personalidad, al principio, y más tarde acorde a su estado de ánimo y nivel de cordura, con lo que se logra transmitir todavía más angustia al lector. 

Bien escrita y localizada, es cierto que la agilidad de lectura no es el fuerte de la novela, pero sí que atrapa al lector y lo sumerge en una atmósfera de inquietud y desasosiego, rota por momentos con los cambios de narrador, al menos en la primera parte de la obra. La idea de terror y escabrosidad ha evolucionado mucho desde la publicación original, por lo que en ese aspecto se debe valorar con la perspectiva del tiempo y con cierta indulgencia, pero es innegable que la novela todavía incomoda bastante, con momentos realmente logrados y que sigue abierta a muchas interpretaciones más allá del puro vampirismo.

Destacado. El Drácula de la novela y su maldad intrínseca impactan muchísimo más que cualquier otra de sus otras versiones en diferentes formatos y medios a lo largo del tiempo.

Potenciales evocados. Más referente que referencia, sin duda.