Páginas

domingo, 29 de agosto de 2021

BLACKWATER. Jeremy Scahill

-El periodismo de investigación todavía está, algunas veces, en buena forma.-

Edición en español (2008)
Género. Ensayo.

Lo que nos cuenta. El libro Blackwater (publicación original: Blackwater. The Rise of the World’s Most Powerful Mercenary Army, 2007) es un acercamiento a la empresa del mismo nombre, el mayor símbolo (que no el único) de conceptos como los ejércitos privados, la subcontratación de la guerra y la externalización de actividades “complicadas” para los países, para simultáneamente hablarnos de las políticas bélicas de los Estados Unidos de América de un tiempo a esta parte y de sus implicaciones a muchos niveles.

Mi opinión. Trabajo escrito con un estilo periodístico muy dinámico que mezcla muy bien la entrega de información con la descripción de situaciones y eventos, que además de contarnos con muchísimo detalle la actividad de la empresa en sus despliegues (alguno muy sorprendente y con implicaciones legales posteriores reales) nos sitúa en las políticas estadounidenses sobre la guerra contra el terror, las invasiones de países y las posteriores ocupaciones de los mismos, a la vez que nos expone cosas como intereses personales de los funcionarios, amiguismos, información privilegiada, crímenes de guerra, privatización de deberes públicos estatales, retorcimiento de las leyes, confusión entre los beneficios públicos y los corporativos, abusos y esas cosas que suelen pasar sin que, muchas veces, lleguen a hacerse públicas.

Destacado. Según se fue haciendo más “conocida”, la empresa cambió de nombre y, después de Xe Services LLC, ahora se llama Academi. Pero el resto, en líneas generales, no ha cambiado porque sigue siendo la contratista privada más importante del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América.

Potenciales Evocados. El complemento más técnico y corporativo de cosas como La guerra eterna, incluso de determinados pasajes de Legado de cenizas; todavía recuerdo cuando, hace muchos años, se hablaba de contratistas muertos en zonas de ocupación o despliegue y un servidor, tan joven e ignorante, pensaba en fontaneros, albañiles, carpinteros, pero nunca en mercenarios; las guerras corporativas del Cyberpunk, a su manera, ya están aquí.