-Oscurísima y por razones más “humanas” que vampíricas.-
Edición en español (2008) |
Género.
Narrativa fantástica.
Lo que nos
cuenta. El libro
Déjame entrar (publicación original: Lat den rätte komma in, 2004)
nos lleva hasta el extrarradio de la Estocolmo de comienzos de los años
ochenta, donde reside un joven de doce años llamado Oskar que sufre acoso
escolar, vive en una familia desestructurada de clase baja y tiene impulsos tan
particulares como varias de sus aficiones. A su edificio de apartamentos llegan un hombre y una
joven: él, Hakan, mata a un muchacho para desangrarlo; ella, Eli, comienza una
amistad bastante particular con Oskar.
Mi opinión.
Acercamiento a los vampiros con mucho más énfasis sobre la psique y personalidad
de los personajes que en cualquier aspecto sobrenatural, apoyado en una
narrativa muy contemporánea que carga buena parte del trabajo en el lector y
menos en lo expuesto de forma directa, con varias subtramas y personajes secundarios cuya
pertinencia (o más bien la extensión de sus apariciones y su intencionalidad)
es discutible a tenor de los resultados que ofrecen y del impacto (no muy
intenso) en la experiencia lectora, de ritmo constante, atmósferas incómodas,
escenas duras y, en definitiva, un libro de interés que maneja el vampirismo de
forma clara sin que sea lo más importante y sin repetir fórmulas.
Destacado. Es
inevitable hablar de la película (dos, en realidad, una sueca y otra
estadounidense) porque vivimos en una realidad audiovisual con más potencia que
la literaria: si bien la trama es muy parecida, el libro es más sórdido, osado
incluso, en varios temas y los personajes tienen muchísimas más gamas de gris en
sus personalidades.
Potenciales
Evocados. Si a Larry Clark, Gus Van Sant y Lynne Ramsay les pidieran presentar
una trama para Stranger Things centrada en vampiros, quizá saldría algo
parecido a este libro; conceptos y emociones de El cuerpo de Stephen King, pero
manejadas a lo Irvine Welsh mezclando un poquito de Clive Barker.