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domingo, 2 de julio de 2017

EL ANSIA. Whitley Strieber

-Más lograda como novela que desde la perspectiva de (sub)género.-

Género. Ciencia ficción (sí, de verdad, por el enfoque del asunto de fondo; aunque todos sepamos que, en realidad, es narrativa fantástica).
Portada del libro El ansia
Edición en español (2006)

Lo que nos cuenta. En el libro El ansia (publicación original: Hunger, 1980) conocemos a Miriam y John, quienes se alimentan con la sangre de sus víctimas. Ella tiene más de tres mil años de edad y John apenas la acompaña desde hace un par de siglos, pero Miriam lo ama tanto como a todas las otras parejas que ha tenido a lo largo del tiempo, ya que, aunque su sangre da cierta longevidad, no consigue transmitir su aparente inmunidad al paso del tiempo. John comienza a tener, primero, alteraciones de sueño y, después, comienza a envejecer con rapidez. La investigación de un grupo de científicos sobre trastornos de sueño llama la atención de Miriam.

Mi opinión. Novela irregular, porque tiene varios altibajos debidos a que el autor desea contarnos cosas con independencia de su pertinencia real para el lector, en la que los “monstruos” tienen motivaciones comprensibles y muy “humanas”, por horribles que sean sus comportamientos, de ritmo suave y estable, que decide separarse de convenciones comunes sobre los vampiros, elige una narrativa sobria para contar la trama y ofrece pinceladas que derivan de forma momentánea hacia el “horror” y hacia lo “picantón”, con una secundaria algo forzada y necesaria para lo que nos quiere ofrecer el escritor, una protagonista mejor construida en lo técnico y con muchos grises interesantes que explican bastantes cosas, no especialmente rápida de leer, pero sí agradable.

Destacado. Que con mucha probabilidad podría ser más del gusto del lector generalista que del más acostumbrado a lo fantástico y, en concreto, a los vampiros.

Potenciales Evocados. Con ciertas particularidades “fantásticas”, son vampiros cercanos (en lo conceptual de su existencia, nada más) al de Suzy McKee Charnas en El tapiz del vampiro por aquello de los problemas para pasar desapercibidos en nuestro mundo moderno y por la perspectiva “técnica” del fenómeno; si ha visto la película homónima, usa los mismos conceptos con derivas de trama muy diferentes, hasta diría que significativamente distintas por la intencionalidad tan divergente que tienen.