Género. Ensayo.
Lo que nos cuenta. El libro La guerra eterna (publicación original: The Forever War, 2008), con el subtítulo Partes desde la guerra contra el
terrorismo, está construido a partir de los quinientos sesenta y un cuadernos de notas que el
periodista usó durante sus nueve años de corresponsal en Irak y Afganistán para presentar, a través de la mano del autor mediante las visiones y
circunstancias de muchos protagonistas más o menos anónimos de la "guerra contra el terror" en ambos países, un acercamiento a la realidad de los combates,
al estado prebélico, a la posguerra, la insurgencia y, al fin y al cabo, la
vida en esos lugares.
Mi opinión. Trabajo de alto voltaje por lo real de lo
que cuenta y de lo que se deduce, con un estilo periodístico que potencia la
mera crónica, muy ilustrativo respecto a la idiosincrasia local y a la cascada
de sinsentidos e incluso paradojas que se han dado en esos lugares en los
últimos años durante un periodo que no ha visto paz, que desliza con arte los
datos en el seno de la narración funcional y práctica, pero cargada de imágenes,
con humor triste a lo largo de sus páginas, que no se regocija en lo explícito
y tampoco huye de realidades por duras que sean, de atractivo para los más interesados en las
consecuencias prácticas de decisiones estratégicas no demasiado reflexivas y en
las realidades de dos países que han estado, están y estarán (esperemos que el
menor tiempo posible) en primera línea de guerra con el nuevo enemigo global
del siglo XXI.
Destacado. El autor es un testigo y, a veces, un
medio, pero jamás un filtro ni un obstáculo.
Potenciales Evocados. La parte
horrible y práctica de cosas que sugiere Robert D. Kaplan desde la teoría; una visión
complementaria a la de Doug Stanton por su cercanía al civil y al posconflicto en el
que la lucha continúa; momentos Marcus Luttrell, pero sin "fantasmadas".