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martes, 29 de septiembre de 2015

PATRIA. Robert Harris

-Qué bien que se conjuntan el estilo, la temática y la propia idea.-

Portada del libro Patria, de Robert Harris
Edición en español (1994)
Género. Novela (con una enorme premisa ucrónica de partida, eso sí).

Lo que nos cuenta. En el libro Patria (publicación original: Fatherland, 1992), Alemania venció en la Segunda guerra mundial y el mundo cambió para siempre. En la monumental Berlín de 1964, solo unos días antes del 75º cumpleaños del Führer y de la llegada del presidente norteamericano Joseph P. Kennedy a la ciudad en visita oficial tratando de buscar distensión en la Guerra fría entre ambas naciones, el investigador de homicidios de la Kriminalpolitzei Xavier March atiende la llamada del deber ante el hallazgo de un cadáver. Lo que parecía una investigación más se termina convirtiendo, por la identidad del fallecido y por lo que March va descubriendo, en un caso de vital importancia para Alemania y, tal vez, para el mundo, pero hay personas muy poderosas que no quieren que salga a la luz y harán cualquier cosa para impedirlo.

Mi opinión. Noir policial y político que transcurre en una ucronía, bastante bien contado y que supera las habituales barreras del Best Seller tanto en lo formal como en su capacidad de atraer a lectores que buscan ficciones más elaboradas, con un trasfondo interesante y sensato, dentro de lo ficticio, y además ocurrente e imaginativo en cuanto a la transformación de un hecho de nuestra historia en el detonante de la trama, dentro de la que se introducen de una forma muy natural los datos que soportan la ucronía y que le dan forma, personajes ad hoc (pero suficientes), buen ritmo y, al menos para este lector, una novela muy entretenida.

Destacado. Lo bien que une sucesos y personas reales de nuestra historia con sus contrapartidas en esta novela.

Potenciales Evocados. Tonos y estilismos de El parque Gorki en, tal vez, el seno de lo que nunca vimos de El hombre en el castillo (pero lejísimos de ese libro en intencionalidad y formas, no se equivoquen).