Género. Narrativa fantástica.
Lo que nos cuenta. En el libro Abraham Lincoln: Cazador de vampiros (publicación original: Abraham Lincoln. Vampire Hunter, 2010), el autor comparte cómo llegó a sus manos el diario
secreto de Abraham Lincoln y procede a novelar para el lector sus contenidos, introduciendo
citas textuales, y comenzando en la niñez del presidente norteamericano durante
la que tuvo su primera experiencia traumática con los vampiros y que marcó su
decisión de combatirlos allí donde estuvieran, primero de forma directa y más
tarde, al entrar de lleno en su carrera política, mediante aportaciones más
indirectas a su destrucción.
Mi opinión. Novela que, a diferencia de otras del
autor que he leído, no deja espacio para el humor (al menos no creo que fuese
la intención del escritor, por más que algún lector pueda reírse, y mucho, de
determinadas situaciones), muy aventurera en su propuesta (por más que la
acción en sí misma no sea su motor narrativo), pero para todos los
públicos, con unos malos malísimos y unos buenos buenísimos, simple en sus
formas (incluso en sus ideas, en realidad), entretenida en escalas relativas y
bastante rápida de leer si decide usted arriesgarse, querido lector (no le
prometo nada al respecto, por cierto).
Destacado. Que la influencia de los vampiros en el
devenir de los EEUU podría haber dado muchísimo más juego, a tenor de su
historia.
Potenciales Evocados. Podría tener
que ver con Nikita Jrushchov: Cazador de hombres lobo, Juan Pablo II: Exterminador de demonios o Wiston Churchill: Cazafantasmas si estas obras
existiesen (animo desde aquí a los escritores que me leen, que sé que alguno que
otro hay, a que se pongan manos a la obra en el proyecto, que debería ser más
gracioso que lo propuesto por Seth Grahame-Smith porque desde lo serio no cuaja);
aires estructurales de Entrevista con el vampiro, pero con otro rumbo y otro
maquillaje (ya verán a qué me refiero, espero, si se lo leen…).