Páginas

jueves, 23 de abril de 2015

AL PIE DE LA LETRA. Varios autores

-Las ganas y las ideas que van siendo enriquecidas por la formación y el deseo personal de mejorar de los autores primerizos, noveles o veteranos por descubrir(se).-
Portada del libro Al pie de la letra, de varios autores

Género. Relatos (por encajarlo en una etiqueta del blog, pero sus contenidos van mucho más allá. Sigan leyendo, por favor).

Lo que nos cuenta. El libro Al pie de la letra (publicación original: 2014) contiene los cuentos, ensayos, crónicas y poemas (más, o incluyendo, hibridaciones varias de diferentes géneros literarios) seleccionados entre todos los escritos por los alumnos de un veterano (y reconocido) taller de escritura colombiano, dirigido por Julio César Londoño (responsable también del prólogo), durante su edición de 2014.

Mi opinión/Destacado/Potenciales Evocados.

   - Diario de un principillo (Iván Zapata): cuento noir marimbero en forma de diario y al borde de la fábula, ilustrativo respecto a la idiosincrasia de ciertas personas en un lugar y una época.

   - Arenales al 2200 (Julián Cifuentes): ejercicio que muestra muy bien cómo alguien se obsesiona sin pensar en lo más probable o realista, dándole tonos urbanos y domésticos bastante logrados.

   - La billetera (Orlando Cajamarca): relato también muy ilustrativo sobre ciertas idiosincrasias mientras ofrece tragicomedia realista y bien narrada, con un ritmo muy alto.

   - Flor de loto (Florencia Buenaventura): cuento que ofrece una trama ya vista otras veces (de una forma u otra), pero a cambio narrando con mucho cuidado y sensibilidad.

 - Capítulo 21. «Adolesce» (Carolina Velásquez): trabajo que muestra un descubrimiento del romanticismo y la sexualidad en la adolescencia, con realismo incruento potente.

   - Ira e intenso dolor (Guillermo Villegas Rivera): otro de los relatos que hace una especie de noir propio y rural mientras ofrece una revisión de psiques alteradas por los sentimientos.

   - Frabela (Diana Vargas): desamor libre y forzado simultáneamente sobre un trasfondo totalitario.

 - Normandía (Día D) (Juan David Ochoa): cuento que hace un alegato antiimperialista en el seno de un evento que, en realidad, luchó contra el imperialismo, pero uno de otro color.

  - Cena para dos (Harold García Silva): trabajo logradísimo porque cuenta algo trágico y potente, porque señala una realidad que a veces ignoramos de forma inconsciente y porque está muy bien conseguido.

   - El clásico (Wilson Villareal): mezcla de forofismo futbolero irracional, fantasía sexual masculina y retrato de las reglas sociales de algunos grupos, rápido de leer y forzado.

   - Pícaros con suerte (Duffay Ríos Castaño): cuento breve abierto a interpretaciones, incluyendo el final de la trama tras el final de la narración.

   - Un cielo azul (Luis Alberto Sánchez): otro de los trabajos potentes de la antología, que en muy pocos párrafos ofrece un retrato descarnado y sensible de realidades sociales con las que hay que terminar.

   - El descanso prohibido (Oscar Obando): cuento breve con mucho simbolismo sobre la soledad.

   - Sueño profundo (Daniela Henao): otro relato breve con mucho simbolismo, pero este bastante más críptico.

   - Nudo (Marcela Alzate): microrrelato sobre una tragedia cotidiana.

   - El momento preciso (Luis Alberto Sánchez S.): microcuento sobre la futilidad de muchas cosas.

   - La fotografía (Diana Vargas): relato breve sobre lo que esconden algunos rostros en fotografías de eventos, como el de una novia en su boda.

   - Una tarea contra reloj (Soliloquio) (Aleyda Muñoz): trabajo híbrido que hace un ejercicio que repasa lo difícil que resulta buscar la inspiración y el tiempo para conseguir escribir un relato en veinticuatro horas de forma solvente y con cierto éxito.

 - Angstro (Florencia Buenaventura): cuento que personaliza a un objeto para hablarnos sobre la eutanasia.

   - Voltaire (Juliana Villate Quevedo): otro de los relatos que usa la adolescencia para acercarnos al enamoramiento, mientras expone la vida difícil de algunos grupos sociales.

   - El café, la arepa y los 5.000 pesos (Andrés Felipe Pérez Velasco): trabajo que se aproxima a lo fantasmagórico, pero desde visiones subtropicales y locales del asunto.

   - Pares (Julián Cifuentes): cuento entre lo fantástico y lo cuántico, agradable de leer, pero con sensación de incompleto.

   - Un encuentro insospechado con Rembrandt (Carlos Armando Cuervo): otro de los trabajos que da la sensación de incompleto, mientras también ofrece un ejercicio fantástico teñido de tóxicos y realidades sociales.

   - Criollo, el consejero (Harold García Silva): ejercicio logrado porque ofrece un estilo muy acorde con las realidades sociopolíticas que quiere mostrar.

    - La confesión (Francisco Quintero): otro trabajo que se acerca a realidades sociales que a lectores lejanos al entorno les pueden parecer irreales, pero que distan mucho de serlo.

    - Esperanza (Javier Fernando Quiroz): cuento que se aproxima también, aunque de una manera ligeramente distinta y además masculina, al descubrimiento de la sexualidad en los jóvenes.

   - El Déjà vu de Juliana (Oscar Obando): violencia, venganza y muerte desde propuestas cuidadas en la forma y en los sentimientos que trata de exponer.

    - Sin pena y sin gloria (Andrés Felipe Pérez): ejercicio Z, o algo parecido, desde la psique de un hombre que ve cómo el fenómeno afecta a su entorno más próximo.

    - 6:57 (Florencia Buenaventura): muy rápido de leer, con varias interpretaciones, pero sin duda un buen ejercicio narrativo y realmente ilustrativo sobre la incapacidad (o el deseo de no hacerlo) de pensar en determinadas situaciones.

    - Reflejos perdidos (Daniela Henao): cuento breve y reflexivo sobre el recuerdo y los espejos.

  - El concierto (Carlos Arturo Hoyos): aproximación a conceptos troncales del cristianismo desde una visión apasionada pero críticamente descreída.

    - El hijo del mar (Iván Zapata): relato histórico, pero haciendo ficción personal sobre la Conspiración septembrina, sólido, emotivo y logrado.

   - Es jueves (Duffay Ríos Castaño): breve aproximación al desencanto maduro del matrimonio y de la vida.

   - Blanco y negro (Diana Vargas): breve aproximación a la obsesión enfermiza de un pasajero de un autobús de línea sobre otro.

  - Adiós muchachos (Guillermo Villegas Rivera): homenaje crepuscular a la melomanía y a una banda muy poco conocida, narrado con cuidado.

   - La isla de los siete olvidos (Duffay Ríos Castaño): suave aproximación a la tristeza, la depresión y la muerte mediante un trabajo cálido, acertado y conseguido.

   - Mi colegio (Alejandro García): relato que se basa en recuerdos (y experiencias importantes en la vida, más allá de su bondad o no) de los tiempos de colegio.

    - Lo primero que voy a hacer (Luis Alberto Sánchez S.): trabajo interesante tanto desde la exposición de muchas realidades del entorno en que transcurre como de muchas personas (no necesariamente de ese mismo entorno, ya que lo que propone es, de manera triste, internacional).

   - El partido final (Harold García): ficción futbolera con humor negro y, tal vez, moralina.

    - Diario del monte (Florencia Buenaventura): cuento cuidado en las formas, que nos propone acercarnos a la pérdida de la juventud (y algo más) de un soldado.

   - Una anomalía en el tiempo (Carlos Armando Cuervo): ejercicio de ciencia ficción con aire de otros tiempos, con interés por los estilismos al borde de la obsesión y poco hábil para describir.

    - La Titina (Luis Alberto Sánchez S.): fábula breve con lo prohibido como tentación que puede (o no) crear problemas.

    - Ana (Guillermo Villegas Rivera): drama con un conflicto (o “el conflicto”, podría ser más exacto para determinadas audiencias) de fondo, logrado a la hora de transmitir emociones.

   - El esteta redimido (Carlos Alberto Miranda): ensayo que ofrece una aproximación a Oscar Wilde, tanto personal como artística, de buen ritmo y agradable de leer.

   - Subvertir el orden (Aleyda Muñoz López): análisis de la autora Herta Muller y su cuento Día laborable, basado en lo sugerido y no mostrado.

   - El crítico que salió de un cuento de Borges (Diana Vargas): ensayo sobre paralelismos y relaciones entre la obra de Borges y la de Emir Rodríguez Monegal.

   - Talento, rito y disciplina (Francisco Quintero): amable trabajo, con humor fino y contenidos potentes desde lo académico, sobre la escritura y ritos que la acompañan.

   - Fouché «el genio del frenterismo» de Stefan Zweig (Luis Alberto Sánchez S.): aproximación a Zweig y su trabajo sobre Fouché, muy bien escrito y proponiendo comparaciones tan rebuscadas como acertadas.

    - Don Quijote y las enfermedades del habla (Nora Bedoya): acercamiento a la obra inmortal de Cervantes desde óptica inesperadas y que propone tanto interpretaciones como visiones muy interesantes.

    - Cosas de mujeres (Daniela Henao): ¿qué podrían tener en común Sex and the city y Jane Austen? Lean este curiosísimo ensayo y lo sabrán.

   - Con K (Florencia Buenaventura): otro de los ensayos que juegan a crear paralelismos insospechados, en este caso entre Kafka y Frida Khalo.

   - María y la vallecaucanidad (Martín Alvarado): comentario breve sobre una novela importante en la literatura colombiana y en la de la región del Valle del Cauca, en especial, por la localización de su trama.

  - Una inspección al mítico mundo de Charles Dickens (Carlos Armando Cuervo): ensayo breve sobre el importantísimo autor, su vida y su obra.

  - Tres pseudónimos: Mansfield, Carson, Sagan (Florencia Buenaventura): acercamiento a tres escritoras muy distintas, pero con su forma de vivir la vida (como pudieron y/o como quisieron) como eje común.

   - Soledad: entre novela y crónica (Guillermo Villegas Rivera): acercamiento a Luciano Rivera y Garrido, a la vez que a su novela histórica Soledad.

   - La trilogía del escritor: un bien que se padece y un mal que se disfruta (Andrea Catalina Buenaventura C.): ensayo sobre la escritura y sus dificultades, amable, serio y lleno de ejemplos.

  - ¿Un artilugio para sibaritas? (Julián Cifuentes): análisis breve del articuento, subgénero en crecimiento y poco conocido por ese nombre (pero no por lo que propone).

  - De los griegos a los escolásticos: evolución de la teoría del valor y la distribución (Diana Vargas Quintero): ensayo de teoría (o más bien filosofía) económica que enlaza un pasado bastante lejano con otro muy cercano.

   - ¿El libro electrónico reemplazará el libro impreso? (Duffay Ríos Castaño): reflexión sobre el asunto del título, que propone que ahora estamos en un lugar intermedio, imaginando un futuro tan terrible como romántico al respecto.

    - Del pergamino a la pantalla (Guillermo Villegas Rivera): trabajo relacionado con el anterior, pero más ambicioso en alcances, con aproximaciones distópicas al asunto.

   - ¿Democratizar la corrupción? (Carlos Arturo Hoyos Montoya): ensayo que propone una reflexión sobre ciertas realidades de Colombia (y de otros países, no nos engañemos).

   - A la hora de hablar (Daniela Henao): interesante trabajo que propone diferentes tipos de personas en función de su forma de comunicar (y que todos reconoceremos en alguien, seguro).

    - Saltos cognitivos (Andrés Felipe Pérez Velasco): aproximación a la cada vez más demandante cultura audiovisual desde las peticiones, inconscientes o no, de sus consumidores.

    - Una gota de ecología (Harold García Silva): exposición de ciertas problemáticas de la región pacífica de Colombia a las que se debe hacer frente de cara al futuro.

   - Los diálogos ocultos de la creación (Florencia Buenaventura): ensayo sobre momentos de realidades de autores o de su entorno, que se plasmarían más tarde en sus obras.

   - Destierro (Daniela Henao Osorio), Tierra (Carlos Arturo Hoyos), Esfumato (Harold García Silva), Solo (Harold García Silva), A veces (Francisco Quintero), Recordación (Francisco Quintero), Naufragio (Luis Alberto Sánchez S.), Diario (Alejandra Gutiérrez) y Palabras misteriosas (Alejandra Gutiérrez) ofrecen poesía, género sobre el que no me siento ni remotamente capacitado para opinar ni reseñar.

   - Dos historias (Julián Cifuentes): articuento que juega con los conceptos de creacionismo y evolucionismo, ofreciendo dos tramas distintas relacionadas.

   - ¿Es la vida un juego? (Indemeyer Rincón): otro articuento, que en esta ocasión hace paralelismo entre el ajedrez y la vida.

   - Nueva York (Jesús Alejandro García): ejercicio que usa el subgénero de la crónica para mostrarnos un viaje a la Gran Manzana.

   - Todo tuyo (Orlando Cajamarca Castro): micropieza teatral de cierta vanguardia, al menos en la intención, poniendo a Saturno y Afrodita en la ventanilla de la caja de un banco de órganos.

    - El último jazzy (Wilson Villareal): breve aproximación al perfil de Cortázar, escrito con añoranza y cariño.

   - Los sueños de libertad de Antosha Chejonte (Indemeyer Rincón): acercamiento a la juventud de Chéjov, cuando ser escritor no era más que un sueño.

    - Un breve encuentro del tercer tipo (Julián Cifuentes): repaso a los logros de la científica Adriana Ocampo, narrados a través de un encuentro.

   - Juliana (Andrés Rojas): relato largo (o novela corta muy corta) sobre los problemas amistoso-sentimentales de un joven que está entrando en lo adulto a su pesar, sospecho (pero en lo adulto importante, no lo de los pelos, hormonas y cosas así), narrado con solvencia técnica y emoción contenida.