-En su momento, el primer tropezón del autor.-
Lo que nos cuenta. El libro Los confidentes (publicación original: The Informers, 1994) ofrece un conjunto de tramas (más o menos...) conectadas (de aquella manera...),
ambientadas en Los Ángeles de comienzos de los años ochenta, que nos muestran
diferentes (in)capacidades personales en las relaciones no superficiales o sexuales y la influencia del
dinero y la diletancia en ellas, con espacio para situaciones inesperadas
por completo (sí, sé que no estoy siendo claro, pero sigan leyendo, por favor).
Mi opinión. Extraño producto a medio camino entre el
Fix up de la Generación X (pero ya con canitas) y la recopilación de relatos (aunque conectados a su
manera) que, en ocasiones, parecen haber sido desestimados para otros trabajos previos
del autor, con una rigidez en la narración que resulta inesperada a tenor de
los mismos, como un chiste que, contado una y otra vez, pierde la gracia, con
espacio para lo fantástico (o la pasada de revoluciones narrativa, como se
quiera ver, incluso surrealismo posmoderno de diseño si queremos llamarlo así),
que si es la forma de acercarse por primera vez a los comienzos del escritor puede
servir de manera negativa para perder la sorpresa y, además, para no sacar el máximo jugo después
a obras que mezclaban el desencanto con la falta de conciencia, entretenido a
su manera, pero fallido desde análisis más globales.
Destacado. Que lo que tuvo gracia antes de American Pyscho ya no la tiene porque, ahora, los protagonistas no gozan de la protección
de su propia irreflexión y obvia ignorancia de la vida.
Potenciales Evocados. Una mezcla
descafeinada y diluida de Menos que cero, American Psycho y Las leyes de
la atracción (sí, por eso es un tropezón, claro).