Género. Relatos.
Lo que nos cuenta. El libro Visiones macabras (publicación original: Night Visions 6, 1988) ofrece cinco trabajos de tres autores diferentes, cuatro relatos de diferente extensión
y uno que parece una novela corta, todos escritos para esta antología, con
Dean R. Koontz como responsable del prólogo y que ofrecen distintas
aproximaciones al arquetipo de “el monstruo” como aparente temática extraoficial de fondo.
Mi opinión/Destacado/Potenciales Evocados.
- Sentimientos (F. Paul Wilson): un abogado acostumbrado
a encabezar denuncias reclamando enormes compensaciones económicas de las que se lleva un porcentaje lo intenta con
un médico que, en realidad, hizo todo lo que pudo por su paciente. Agradable de leer, sin muchas
sorpresas respecto a los qué pero sí respecto a los cómo y una versión maligna (con
humor negrísimo incluido) del karma en forma de maldición.
- Caras (F. Paul Wilson): un asesino desconocido ha
matado a siete chicas destrozando sus rostros a mordiscos, y tanto el policía encargado
del caso como el propio asesino sienten que hay algo en común entre ellos. Quizás el mejor trabajo de la antología, y eso que no es nada extraordinario y sí tan entretenido como compentente, de muy buen ritmo,
inquietante desde el principio hasta el final y del que no hay que dar más
datos para no estropear su lectura.
- Inquilinos (F. Paul Wilson) un psicópata asesino a la
fuga busca refugio en casa de un hombre solitario que vive en una casa
apartada. Trabajo agradable pero sencillo y sin alardes ni sorpresas, que se ve venir en
cuanto a las direcciones generales pero no las particulares que se retuercen para ofrecer una
versión inquietante de Arthur y los minimoys.
- El jardinero (Sheri S. Tepper): un hombre que vive por
y para su trabajo como diseñador de jardines, por encima de relaciones
personales y profesionales, recibe el encargo de diseñar un jardín muy peculiar
y muy caro. Revisión de un tipo de monstruo bien conocido en el género pero disfrazado hasta el final y con
derroteros poco comunes del mismo (no debo ser más claro), algo alargado sin
necesidad, disperso podríamos decir y que apela más a las sensaciones que a los
efectos.
- Monstruos (Ray Garton): Roger es un escritor cuyas
temáticas le han creado enemigos irreconciliables entre un grupo poco tolerante
y que manifiesta síntomas de algún tipo de enfermedad que los médicos no
terminan de identificar. El trabajo más largo de esta recopilación, con
sobrepeso innecesario porque no hacía falta situar en exceso los entornos del
protagonista ni alargar las situaciones aunque se entiende porqué el autor trató de hacerlo, que nos habla de varios tipos de
monstruos, con alguna idea en común, de manera indirecta, con La maldición de Alan Moore, bastante bien escrito, crítico con
muchas cosas y con algún intento de alarde narrativo que en realidad juega en
su contra a pesar de su buena materia prima.