-La cándida mirada infantil se posa sobre lo
monstruoso.-
Lo que nos cuenta.
En el libro El niño con el pijama de rayas (publicación original: The Boy in the Striped Pyjamas, 2006), el pequeño Bruno de nueve años y su hermana se trasladan con sus padres desde
Berlín hasta un nuevo domicilio porque a su padre le
han dado una nueva responsabilidad. A Bruno la nueva casa le parece aislada y
mucho menos amplia, por lo que supone que se aburrirá mucho, y además cuando
localiza a otros niños en las inmediaciones, tras una enorme alambrada, no le
parecen muy sociables ni con ganas de jugar. Además, están sucios y todos llevan
el mismo traje y gorra gris con rayas.
Mi opinión. Novela de concepto más que interesante, y
hasta cierto punto original, pero de desarrollo técnico y despliegue sencillos, que
se mueve al borde de lo maniqueo en forma y fondo caminando una línea muy
delgada, con unos contenidos poderosos, pero desdibujados para enlazar mejor con
lo que nos propone el autor, con querencia a lo “kármico”, lograda en cierto
modo al conseguir que veamos muchas cosas a través de los ojos de Bruno sin su filtro inocente e ignorante, con una carga emocional que puede llegar a
tocar fibras (sensibles y no sensibles) en muchas ocasiones, en la que se
podrían ver simbolismos si se desea (pero sin que sea necesario), muy rápida de
leer y que a pesar de todos sus defectos, que son unos cuantos, no se olvida con facilidad, lo
que en un libro es una fortaleza muy estimable.
Destacado. Que sea un libro infantil para algunas
personas es más que discutible.
Potenciales Evocados. Giosué Orefice en el otro bando
sin necesidad de que su padre trate de alterarle la realidad, porque su falta
de referencias sobre lo que sucede lo hace innecesario, y que vive sin saberlo
en el mundo de la canción Le petit train del grupo Les Rita Mitsouko.