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martes, 4 de febrero de 2014

IDEALISTAS BAJO LAS BALAS. Paul Preston

Portada del libro Idealistas bajo las balas, de Paul Preston
Edición en español (2007)
-Tratar un tema mientras se trabaja otro.- 

Género. Historia.

Lo que nos cuenta. El libro Idealistas bajo las balas (publicación original: We Saw Spain Die, 2007) es un retrato de las vivencias de buena parte de los periodistas internacionales de diferentes orígenes y simpatías personales que cubrieron la Guerra Civil en España durante distintos momentos y en varios frentes, que a la vez expone muchas circunstancias de la propia guerra, pero con más interés en mostrar cómo se cruzó en muchas ocasiones la delgada línea que separa lo personal de lo profesional.

Mi opinión. Con el subtítulo Corresponsales extranjeros en la guerra de España, trabajo de muy alto ritmo, narrado con mucha fuerza para darle “vida” y “sentimiento” a una narración próxima al periodismo y casi a la novela por momentos, plagado de chismes, chascarrillos, alguna que otra suposición, nombres famosos y mucha historia desde la perspectiva de los pequeños eventos que, sumados, la construyen.

Trabajo en el que se notan claramente las simpatías personales del autor, algo desestructurado en general y bien organizado en lo particular, que no cuenta nada nuevo, pero sí cambia la perspectiva, mucho más ilustrativo sobre las opiniones y tendencias internacionales sobre el enfrentamiento que sobre los devenires de la propia Guerra civil española, una lucha que dio más lustre a la creciente figura del corresponsal de guerra que resulta homenajeada de una forma extraña, pero emotiva, en este libro. 

Destacado. Muy posicionado, cosa que agradezco de manera personal, con independencia de que me sienta próximo o no a dicha posición, ya que eso suele ir acompañado de tesis y argumentos tan interesantes como provechosos y elaborados, aunque me consta que a otros lectores les suele molestar la pérdida de la objetividad que se le supone a los historiadores. Ustedes deciden.

Potenciales Evocados. Es difícil jugar a los “parecidos razonables” con este libro, al menos para su humilde servidor, por cómo está construido y por su punto de partida, por lo que debo abstenerme en esta ocasión. Cuento con su comprensión.